Paciencia no viene de pacer

Una nación, o sea, donde se nace

Teresa Rodríguez, la mandamás de Podemos en Andalucía _ ella diría mandamasa _, está encantada de haberse conocido y de tener nociones de etimología latina, pues gracias a ellas ha descubierto que nación viene de nacer “y es precioso”.

No lo sabe usted bien, doña Teresa. La etimología es un mundo extraordinario donde, fíjese, se descubre que cada palabra tiene su historia, ya que ninguna brota de forma espontánea como los granos en el culo.

Nación viene de nacer, dice la tía toda repolluda, como si acabase de desvelar la lectura jeroglífica de los egipcios. Pues ni eso, porque venir viene de nascor, nasci, natus sum. Pero bueno, dejémosla así, que se le ve muy contenta con la campanada.

De tal hallazgo deriva ella que Andalucía es una nación. Es un silogismo muy simple al alcance de cualquiera: Donde se nace es una nación. Yo nací en Andalucía. Ergo, Andalucía es una nación.

Lo malo es que también se pueden establecer otros silogismos similares con resultados dudosos; por ejemplo, si la primera premisa establece que “yo nací en Quiroga Ballesteros”, la conclusión es que esa calle también es una nación.

Teresa tiene que perfeccionar el argumento. De momento va bien encaminada y con menos mimbres comenzó Jordi Pujol a construir la entelequia catalana. Ya tenemos dos bases importantes en las que apoyar un sólido edificio: “Nación viene de nacer” y “Yo nací en Andalucía”. Compliquemos ahora el mensaje para que no resulte tan majadero ni obvio como el expuesto.

Un chorrito de Blas Infante, una cucharada de Lorca y una pizcas de Califato de Córdoba, no muchas, porque nos podemos pasar; viene el DAESH y nos lo lleva todo bajo el pretexto de que “mi abuelo nació en el Khilāfat Qurtuba”.

Un comentario a “Paciencia no viene de pacer”

  1. Aureliano Buendía

    Lo duro es que todos somos españoles, incluso éstos.

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