Unidos con separados
Arrimadas y Cima en selfie multipartidista
Último día de campaña. Sobrevuela en el aire la necesidad de llegar a acuerdos para formar el gobierno que más interesa a España, el más fuerte y amplio posible en pro de la consolidación y las reformas, pero no todo ayuda a ensalzar el mensaje.
Estamos pendientes de los resultados en Gran Bretaña, donde un mensaje de individualismo y falta de entendimiento se enfrenta a otro de unión, acuerdos y cesiones mutuas para obtener beneficios que por separado son impensables.
Europa es un proyecto complicado. Es una especie de proyecto matrimonial mormón, pero al revés. Una unión a muchas bandas, muchos países novios con una sola mujer, Europa.
Los ingleses tienen un excelente ejemplo en Inés Arrimadas y su prometido. La política de Ciudadanos y su novio independentista catalán de CDC, o de como lo llamen ahora, van a unir sus destinos el próximo mes en Sevilla. Una boda por amor y por encima de falsos convencionalismos.
_¿Qué vas a hacer mañana, querida?
_Te voy a poner a escurrir, amor.
_Te quiero, pichón.
_Y yo a ti, ratón.
Ellos saben que en su unión está la fuerza y que no necesitan introducir en la urna la misma papeleta para obtener las ventajas de estar juntos. Además, siendo catalanes, la separación de bienes está garantizada y si algún día se producen desavenencias, la segregación siempre será más sencilla. ¿Se llama segregación al divorcio cuando te casas con un independentista catalán?
Casarse con alguien que se apellida Arrimadas no es una gran señal de estabilidad para el matrimonio, pero en Cataluña están pasando cosas muy raras, como que le tiren los tejos a Ada Colau.
El caso, ya digo, es mantenerse unidos, porque después viene un tsunami y nos pilla a todos de perfil.