Dos virales

Aquí empieza todo

Van como locos y pasa lo que pasa. Ayer se cruzaron en el éter comunicacional dos mensajes de Oriol Junqueras y Gabriel Rufián que lloraban desconsolados porque el Girona Fútbol Club volvía a quedarse a las puertas de entrar en lo que para ellos es el no va más de las competiciones deportivas, la Primera División de España, también llamada Liga BBVA, por razones que no necesitan ser explicadas.

No lo consiguió porque el Osasuna estuvo más acertado frente a los tres palos, o gozó de mayor olfato de gol, que de ambas formas se expresan las victorias al poético y otorrino modo.

Nadie esperaba que ese contratiempo futbolístico preocupase lo más mínimo a quienes, como ellos, ansían cortar amarras con todo lo español, pues no iba a ser la Liga la excepción de la regla, que queda feo.

Sin embargo, ambos lloraban amargamente el infortunio gerundense y la peña que recibía el mensaje comenzaba a mosquearse. ¿Pero qué más os da, si a estas alturas ya teníais que tener liga propia? Ésa había sido la promesa de Artur Mas hace un un año. En julio de 2016, decía, habrá independencia para dar y tomar. Bueno, la verdad es que todavía faltan nueve días para julio, pero entre las elecciones, el referéndum británico y las hogueras del estío sanjuanesco no les va a dar tiempo.

Dejamos aquí la contradicción independentista para abordar la otra polémica que ayer desbordó los canales de vídeos virales y demás bacterias. Éste es uno en el que se ve a Pedro Sánchez dando la mano derecha en la calle a una mujer de raza negra para a continuación hacer el ademán de limpiársela contra la izquierda. Le acusan de racismo y él, a quienes lo difunden, de indignos.

¿Qué quieren que les diga? Estamos en campaña y a cualquier candidato que le hubiesen pillado en una de ésas, le caía el mismo marrón. Así que, ajo y agua.

Un comentario a “Dos virales”

  1. Aureliano Buendía

    Quiero pensar que el gesto de Pedro Sánchez que podemos ver en el vídeo de marras, no tiene nada que ver con una imaginaria limpieza de su mano tras saludar a unas personas de raza negra, y que lo mismo pudo hacer lo que hizo, que meterse la mano en el bolsillo o rascarse la cabeza. En suma, no quiero ver connotación racista alguna en su conducta.

    Por tanto, es profundamente injusto que se le tache, aunque sea de forma indirecta y torticera, de tener actitudes racistas.

    Dicho lo anterior, ¿qué creen Vds. que hubiera pasado si el mismo gesto -que, repito, me parece totalmente inocente- lo hubiera realizado Mariano Rajoy?.

    Si el vídeo de Sánchez se ha hecho viral, el de Rajoy hubiera llegado al fin del mundo, y del sistema solar, si fuera posible. Ya se hubiera ocupado de ello la maquinaria mediática socialista. A Sánchez le ha bastado con emitir un comunicado explicando que su gesto no tenía nada de racista. A Rajoy no le hubiera lavado ni toda el agua del Ebro. Suerte tendría si no le organizan un auto de fe con quema posterior en la plaza pública, en el altar de la Suprema Progresía.

    Alquien debería decirle a Sánchez que cuando uno ha basado sus campañas en el insulto y la bajeza, no debe sorprenderse de que utilicen las mismas armas en su contra, por la sencilla razón de que es muy difícil pedir altura moral a los demás cuanto tenemos la propia por los suelos.

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