La urna cenicero
Colillómetro en todo su esplendor
La ventaja de tener a Carmena en el ayuntamiento de Madrid es que cuando todos los temas de sociopolítica parecen manoseados, diriges la mirada hacia su consistorio y allí encuentras uno nuevo, limpio y reluciente, recién salido de su inagotable think tank.
La imaginación al poder, aprendimos del mayo francés. Carmena es una fiel seguidora de la norma. El caso es que su imaginación convenga a los madrileños, porque en si misma no es garantía de nada.
Hemos de reconocer que la obligación de instalar una churrería en cada mercado no es transformadora como la Operación Campamento o la de Chamartín, pero alivia mucho el sector de las frituras, las porras y las masas; a la par que encastiza y rechulea.
También ayuda convertir balcones en huertas, aunque la alcaldesa no distinga lechugas de acelgas. Cuidado, no confunda también los cañamones de alpiste con los de marihuana y la veamos ofreciendo empleo como Tierno Galván: “El que no esté colocado, que se coloque”.
Ahora bien, nadie niega que la media estrella de esta tanda es el colillómetro, cubículos que se instalarán a pie de calle con preguntas de doble respuesta, renovables y de actualidad. “¿Quién ganará la Copa de Europa? ¿Atlético o Real?” Entonces va usted y cuela su pava por el agujero correspondiente.
El sábado las recogen y hay un cuenta-colillas que dice: “Trece pal Real, doce y un puro pal Atlético”. Y ya está. Así sabemos qué votan los madrileños fumadores. En realidad no sabemos ni eso, pero a la alcaldesa le hace ilusión pensar que contribuye a la eliminación de tobas del suelo municipal sin gastarse un duro en barrenderos.
Creo que ya se han instalado dos. Si se da un poco de prisa, todavía está a tiempo de usarlos antes de que los quiten por engorrosos, inútiles y absurdos. Los churros y las lechugas aguantan más.
25 de Mayo , 2016 - 10:44 am
Como siempre muy bueno, José.
Lo de las churrerías es de coña. Si lo llega a poner el PP hablarían de “caspa” y de cosas semejantes… y con razón. Pero lo hace Carmena, que propone que las mamás limpien los colegios y nadie puede abrir la boca.
Francamente, desde que las tertulias de política se han convertido en una sucursal del Sálvame, no sé de qué nos extrañamos.
25 de Mayo , 2016 - 11:12 am
Puestos a pensar, y ahora que está tan de moda la cultura del emprendimiento y las nuevas ideas, a mí se me hubiera ocurrido que, mejor que los colillómetros, hubiera sido instalar unos WC en las aceras, debidamente adaptados a la ocasión.
En la cabina, se instalarían dos sanitarios, uno blanco y el otro rojiblanco, para que el usuario pudiera depositar sus aguas mayores do mejor cuadrare con sus preferencias.
Y, cuando se hubiera terminado el tiempo estimado, bastaría con pesar la producción, para saber a favor de que equipo se pronuncian los madrileños, por su retaguardia en este caso.
Ya puestos, e independientemente del pesaje global de lo recaudado, podría establecerse, además, un sistema adicional que permitiera medir de forma pormenorizada las aportaciones individuales. Y al que resultare emisor del truño de mayor peso y/o volumen, podría adjudicársele un viaje para dos personas a los Juegos Olímpicos de Río. De esta forma, se incentivaría a los depositantes para que maximizaran la cantidad y calidad de su deposición.
Y, finalmente, con el tonelaje obtenido, se podrían abonar los huertos urbanos, reservando, eso sí, una generosa porción para las plantas del despacho de la Alcaldesa de Madrid.
¡Todo ventajas! ¡Pura rentabilidad social!.
Para que vean Vds. que no sólo a los de Podemos (o Ahora Madrid, o como se llamen) se les ocurren ideas. La caverna también piensa.
25 de Mayo , 2016 - 16:50 pm
¿Por qué ya no nos sorprende nada de cuanto haga o diga Yaya Carmena y su banda podemita? ¿Por qué hemos tocado techo en cuestión de sustos y sorpresas?
Supongo que es un intento de epatar y ocupar titulares, lo que mueve a las carmenas, colaus, kichis y ribós a las ocurrencias y excentricidades, a dar la nota y poner en evidencia su incapacidad gestora de asamblearios más propicios para la cafrada, el desmadre y la irresponsabilidad.
Se desnudan en los templos, plantan acelgas en los despachos, ponen a barrer a las mamás de los escolares, reparten botellas para que la gente se lleve el agua de las fuentes, instalan churrerías en los portales o cuelgan ceniceros en plan sondeo Real o Atletic…
imagino que esta forma de “hacer política” o de gestionar el interés público le gusta mucho al PSOE, que en pleno proceso de desnorte, le puso despacho en Madrid a esta señora excéntrica, lo cual tiene delito en un partido que se dice “socialdemócrata” y europeo.
Un año de Carmena al frente de Madrid da la medida del nivelazo de políticos circenses, empeñados en asfixiar su desarrollo y utilizar la crisis para engañar a los damnificados.
Están tan chamuscados como las colillas. Tanto como los que los apoyan