El caso de Triabá

La Enfornada, según Potoko (Historia Criminal de Lugo)

Anonadado, atónito, pasmado y turulato. Entre esos adjetivos ha de estar el que mejor defina cómo se encontraba mi ánimo la noche del domingo tras contemplar el reportaje dedicado al Caso da Enfornada, sucedido en Triabá (Castro de Rei) el año de 1890.

Sucedía en Cuarto Milenio, donde esperaba su emisión desde hacía meses por haber sido invitado a participar, aunque desencuentros anteriores lo imposibilitaban.

Fue una suerte, porque tal como presentaron el caso, mi presencia allí solo habría contribuido a generarme una úlcera estomacal, o quién sabe si peores consecuencias.

La casualidad quiso que el pasado 12 de abril, la Historia Criminal de Lugo se hubiese ocupado del crimen de Triabá. Allí intento recoger en breve relato todos los pormenores sustanciales sobre la muerte de María Fernández de la Barrera, alias Panadera, una mujer de mal carácter, enemistada con todos los vecinos de Triabá, litigante de juzgados con o sin motivo, chinchorrera, egoísta y usurera, a la que se le atribuyen artes de meiga, como también se le podían atribuir cuernos y rabo.

De ahí a presentarla como bruja de pócimas, sapos y culebras, tal como ocurrió en la tele; convirtiendo su asesinato en un auto de fe popular, y su proceso, en un misterio insondable del que se desconoce hasta la sentencia, media un abismo; el que existe entre el caso y su reflejo cuartomilenario.

La justicia de 1890 se parecía bastante a la actual. Ya entonces los asesinos de María, entre los que se encontraba un sobrino, fueron condenados a una pena de 20 años de presidio y a un añadido tan prosaico como es la correspondiente indemnización a los herederos de la mujer. Todo está claro y perfectamente reflejado. Todo constituye un caso de curiosa criminalidad que no necesita ser presentado como un alegato a favor de la veracidad de las leyendas porque en si mismo es veraz.

Un comentario a “El caso de Triabá”

  1. MIRANDA

    Querido Boss, si le quitas al Milenarista Iker la intriga, el enigma, los adornos sugerentes o tremebundos, la musiquita inquietante, las escenas de miedo y el “cuenta la leyenda”…en fin, si lo despojas del misterio y el tembleque, ¿qué misterio quedaría del invento para atrapar el interés de la gente?

    Pero si los milenaristas cuentan a los televidentes, con todo lujo de fantasías, que

    “En la parroquia de Triabá , en Lugo, había una meiga que tenía a todos los vecinos aterrorizados porque lanzaba males de ojos y maldecía a la gente con enfermedades.
    Para acabar con las amenazas, un grupo de vecinos la estrangularon con un cinturón y la quemaron en un horno. Y ” cuenta la leyenda” que la señora, aún viva en el horno, lanzó una maldición a uno de ellos: “Te quedarás sin entrañas”…y, en efecto, el tipo en cuestión murió en extrañas circunstancias y “cuenta la leyenda” que la autopsia reveló que estaba vacío por dentro, tal y como decía la maldición de la bruja…

    ….Filliño, pues qué quieres: la gente encantada de tanto terror, Iker Jimenez y sus jefes encantados de asustar a tanta gente, y los del pueblo de Triabá y vecinos, ilusionados con el protagonismo.

    En cambio, si como reportero riguroso, refieres los hechos mondos y lirondos, y la cosa queda en un ajuste de cuentas de un sobrino aspirante a heredero, al que conderaron a tanto y tuvo que indemnizar con cuanto…..pues a ver cómo justificas que el Cuarto Milenio le dedique un programa…
    Aunque comprendo que no te apetezca participar en farsas.

    http://www.cuatro.com/cuarto-milenio/programas/temporada-11/programa-35/Cuarto-Milenio-investiga-maldicion-Lugo_2_2183505014.html

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