Los invasores
Táriq y Muza, a la derecha, invadiendo
A los que les cuesta trabajo condenar los ataques terroristas; a los que siempre encuentran en ellos una justificación para culpar a las víctimas por encima de los autores; a los que son incapaces de pensar un instante en los inocentes; a los que dedican espacios públicos a asesinos y huyen del recuerdo de quienes mataron; a quienes van por la vida de observadores, equidistantes y enteradillos, a todos ellos se les nota a gran distancia que actúan a disgusto y que su más íntimo deseo en caso de masacres sería salir al balcón y brindar con el primer espirituoso que tuviese a mano, aplaudir con las orejas o dar saltos de tirabuzón en sus respectivas plazas mayores.
No lo hacen porque piensan que causarían muy mal efecto, lo cual no es del todo cierto, porque ya lo causan haciendo lo que hacen. Da lo mismo que la excusa sea la referencia a la bandera de España _ ¡de unos tipos que pretenden gobernarla! _, o la guerra de Irak, o las cruzadas. Si las buscas, siempre encontrarás disculpas que hagan del conde Drácula un pobre niño indefenso al que su madre le chupaba la sangre desde la cuna. Pero no por ello vamos a contratarlo de niñera y a disculpar sus pequeñas travesuras con la hemoglobina.
El muy memo de Toledo, cuya babosada se esperaba nada más conocerse lo de Bruselas, ha difundido una reacción de manual. La culpa del atentado la tienen Bush, Blair y Aznar. Como lo oyen. No incluye a Corazón de León, Felipe II y Alejandro Magno por no despistar. Con los tres citados el mensaje está claro. O sea, dice Toledo, si no fuese actor español con piso puesto y gastos de comunidad, yo mismo habría llevado las bombas al aeropuerto y al metro de Bruselas. “Por Bush, Blair y Aznar”. Oído cocina. Lo que no se entiende es por qué se libran de responsabilidades Táriq y Muza, ya que después de todo, fueron ellos los que nos invaden en el 711.
24 de Marzo , 2016 - 8:08 am
Además de mal bicho, es un tarugo. Debe ser el único que no sabe que Bélgica y Francia se opusieron al trío de las Azores. Y mira tú, los masacran igualito que a todos.