El vodevil
¿Qué hacía Begoña detrás de Íñigo?
A finales del último diciembre, cuando ya se intuía que la formación del nuevo gobierno iba para largo, se divulgó a manera de chismorreo capitalino, que en el pecho de doña Begoña Gómez Fernández, la señora esposa de don Pedro Sánchez Pérez-Castejón, anidaban incluso más jefaturas que en el de su marido.
Ya saben la anécdota del republicano Cándido Carreiras cuando en Mondoñedo lo quieren hacer alcalde y él se asoma al balcón del ayuntamiento para rechazarlo diciendo: “En mi pecho no anidan jefaturas”. Bueno, pues al revés.
La especie, chisme o gallofa pasó sin más repercusiones. Era demasiada frivolidad como para darle crédito y alas tratando de justificar las ansias de presidencia por parte del candidato, con las de su mujer; vamos como si Carmen Polo le estuviese dando la matraca a su marido en el 36: “¡A ver ese Alzamiento, Paco; que es para hoy!”
El tiempo pasa y don Pedro no solo mantiene su porfía por tierra, mar y aire, como es su deber tras el compromiso adquirido, sino que también viaja a Grecia y Portugal, cual peticionario de voto para la canción española de Eurovisión. Se casa con Ciudadanos para divorciarse si el del beso del hemiciclo le guiña el ojo, y al único al que le da calabazas es al que le garantiza entrar en el gobierno, bien entendido que no de presidente. Este chico padece monclonucleosis.
Y en esas estamos cuando de repente Antonio Burgos dice que sí, que Begoña solo sueña con tener en su bolso la llave de la Moncloa y por eso es la que provoca la ridícula gira de su marido, Sea yo presidente, y ríase la gente.
Vaya. Entonces aquella especie de diciembre no venía tan desencaminada. Pues sí que estamos buenos. Cada día nos parecemos más a un vodevil clásico, algo así como un Aquí no hay quien pacte.
22 de Marzo , 2016 - 21:38 pm
Francamente, el que Pedro Sánchez quiera ser Presidente por sus propios deseos o porque le manda su mujer, me parece totalmente irrelevante, salvo que quiera ejercer el Poder en lugar y a través de su marido. Algún caso hay en la historia, antigua y reciente, sobre la influencia del cónyuge del mandatario de turno.
En tiempos, corrían rumores acerca de la enorme influencia que la recientemente fallecida Nancy Reagan ejercía sobre su marido, entonces Presidente de los Estados Unidos.
De todas formas, si tal es el caso, no tardaremos en saberlo (o en comadrear sobre ello, al menos). Yo calculo que el Sr. Sánchez llegará a la Moncloa a lo largo del próximo mes de abril, y estoy totalmente seguro de que dará tardes de gloria a la política española.
22 de Marzo , 2016 - 23:14 pm
Pobre crítica introducir a las consortes en una noticia más vieja que Adan.
Y que Burgos hable de bolsos tiene su aquel, por aquello de que Santa Rita….