Acoso en boda
Otra boda, la de Arturo y Elena: hoy Artur y Helena
Algún día me tiene que explicar Pucheiro, es decir, Afonso Eyré, la diferencia entre los Eyre y los Eyrés, si es que la hay, o si el acento se pierde al llegar a Barcelona. El caso es que recuerdo haber entrevistado en Monforte a Vicente Eyré, allá de cuando las vacas hablaban dos idiomas _ uno con su dueño y otro con el resto _, y sin embargo su hija, que es de mi quinta, firma Pilar Eyre.
El asunto tiene corto recorrido, pero se presiente agosto y todo vale. Escribe Pilar la reseña de una boda celebrada en el Ampurdán donde ella estaba, o se lo contaron, y a la que también había sido convocado el matrimonio Mas.
No abundaban los independentistas, sino gente del seny y de la empresa. Era una jornada feliz para las familias de los contrayentes, pero la presencia del armadanzas no podía diluirse en la fiesta sin que se le acercasen invitados para echarle en cara lo que Pilar denomina con gracia “el prusés”. ¿Qué nos has hecho, president?
Mas, fuera del ambiente que lo jalea y espolvorea, se preguntaba por dentro dónde collóns tendrían éstos los genes catalanes de los que habla Junqueras; los genes que los hacen a todos tan distintos, tan suyos, que nada más nacer reclaman, no la teta, sino una Hacienda propia con la que amparar pujoles y lo que caiga.
Cómo sería el acoso de los invitados ampurdaneses que su señora, doña Helena Rakosnik, de genes checos y judíos, tomó a su Artur por el brazo y ambos salieron disparados de la mesa redonda donde aposentaban sus reales camino de Camelot, para arrojarse en brazos de Lancelot Junqueras y decirle: Mira, Oriol, lo que me ha pasado.
La boda, es de suponer, prosiguió por los derroteros que estos actos suelen deparar. Lanzamiento de ramo hacia las solteras, besos de los esposados y bailongo hasta altas horas de la madrugada, pero ya sin Artur ni Helena.
¡Vivan los novios!
29 de Julio , 2015 - 21:15 pm
(La culpa debe ser de la novelista inglesa, la autora de Jane Eire. También Ansón firma sin acento porque cree que su apellido es inglés: ¡él que aparentement no es muy alto y sería de estirpe ‘pequeniño com’ ón anzón /ansón’ con seseo. Y el ennoblecido apellido O Shea que dicen que viene de un soldado de Wellington, sería un Oxea de aquellos ejemplares reclutas sobre el terreno que el Duque puso por modelo inimitable)