Javier Marías ha penetrado brillantemente en la Academia para satisfacción de todos sus lectores.
El titular más repetido del acto recoge una idea de su discurso de ingreso: “Narrar hechos reales es imposible. Sólo se puede contar cabalmente lo que nunca ha sucedido, lo inventado e imaginado”. No desmerece la sugerencia del nuevo académico a la pompa del día.
La verdad es que Marías pertenece al selecto grupo del pensamiento despejado y como buen escritor que es, no puede evitar que le salgan engarzadas frases rotundas y luminosas. Por eso es de creer la crónica del acto, cuando nos dice que lee un discurso redondo.
Nadie albergaba la menor duda al respecto. Sólo conocemos los resúmenes de prensa y promete.
Cuando logra completar la trilogía de “Tu rostro mañana” _ que así por junto, suma 1.500 páginas, una detrás de otra _, Javier Marías declara algo parecido a esto en una entrevista:
_Si supiera la historia entera de la novela, ya no la escribiría.
Para añadir que le aburre describir aquello que ya sabe de antemano. ¿Hay mayor apuesta por la creación? El escritor elige esa elegante manera para descubrirse como el primero que participa de la fantasía y la ficción literaria a medida que la historia crece, casi al mismo ritmo en el que la irá conociendo el lector.
Francisco Rico, en su contestación, define a Marías como un gran mirón. Está obligado a serlo. Después viene y nos lo cuenta. Como el día que sale a la calle y vuelve indignado por la pérdida de prestigio del silencio que observa. “La gente no aguanta un minuto de silencio, por eso hay música en todas partes. Es un bien preciado porque es una de las cosas que nos permite pensar”.
Esperanzados aguardamos lo que Marías pueda hacer a favor del silencio desde la Academia.

Esta entrada se publicó el Lunes, 28 de Abril , 2008 a las 9:59 am y está clasificada en General. Puedes seguir las respuestas a través de el feed RSS 2.0. Puedes dejar una respuesta, o trackback desde tu sitio.