De perros y longanizas
Conocidos los temas que mueven el interés de la Generalitat de Cataluña y el precio que está dispuesta a pagar alegremente para que se los estudien a fondo, se comprende que nada sacie su voracidad presupuestaria, porque mantener un ritmo de gasto de 1,4 millones de euros anuales para saberlo todo sobre la Colocación de libros en las bibliotecas públicas de Girona, Tarragona y Lleida, entre otras monografías de imperiosa necesidad, supone que otros muchos ciudadanos se queden, no ya sin los libros bien colocados, sino también sin los propios libros y sin bibliotecas.
Lo que podamos pensar el resto sobre tan llamativo gasto público se la refanfinfla, que para algo son autónomos y eso les permite despilfarrar como mejor les venga en gana. A ver si a estas alturas va a decirles Madrid en qué han de gastar sus dineros. Ya saben ustedes que si los libros a colocar perfectamente son catalanes, si la almeja brillante es catalana, y si los números del parchís encargado van en catalán, los estudios les han salido baratos. Cosas así no hay oro que las pague.
Intriga saber qué opinarían de todo esto aquellos animosos industriales catalanes de principios del XX que pusieron en pie emporios de riqueza, llamándolos Roca, Uralita o Gallina Blanca. De nacer hoy, seguramente no repetirían sus respectivas aventuras comerciales. Es más rentable, y resulta mucho más relajado, que te subvencionen un estudio sobre los hábitos diurnos del dondiego de noche, en vez de ponerte a abrir mercados por el mundo adelante. Resulta indiscutible que el arranque de los siglos XX y XXI se parecen como un pollo a una ostra. Hemos alcanzado el Nirvana y las ventanillas de la Administración. Esto es Jauja.
Sólo nos resta una duda sobre la colocación de los libros. Los de índole sexual ¿se han de poner en los estantes más altos, fuera del alcance de los niños; o por el contrario…?
30 de Marzo , 2008 - 0:00 am
El asunto que da pie hoy al comentario del Sr. Cora es tan antiguo como las sociedades humanas: la corrupción de sus dirigentes.
Es un término un poco radical, que se disimula en numerosas ocasiones bajo numerosos y eufemísticos velos, tantos como formas puede adoptar, pero que, en último caso, se reconducen a un común denominador: el uso ilícito (que no quiere decir que en muchas ocasiones sea ilegal) de los fondos públicos, la desviación de su uso desde la satisfacción del interés general hacia la cobertura de intereses personales.
He comenzado por decir que el fenómeno es tan antiguo como la política, pero no hay que remontarse demasiado en el tiempo para encontrar casos escandalosos y similares al que ahora se denuncia en los medios de comunicación: recordemos los casos Filesa, Malesa y Time Export, donde el PSOE se financiaba a través de sociedades que cobraban 1.000 millones de pesetas (por ejemplo) a diversas empresas por estudios e informes inexistentes. Luego, lógicamente, los poderes públicos que estaban en manos del partido devolvían el favor a la empresa beneficiaria, en las relaciones de ésta con la Administración. En la misma línea, aunque en este caso no recuerdo los pormenores, el llamado caso Naseiro, referido a un tesorero de la antigua Alianza Popular, antecedente inmediato del actual PP. ¿Y los casos que han saltado, de forma repetitiva hasta la saciedad, en el oasis catalán, antes gobernado por unos y ahora por otros, pero unidos todos bajo el nauseabundo manto de la corrupción?. Todos contentos, vamos.
Y estos son los casos de relevancia nacional, los que han alcanzado notoriedad general. ¿Quién no conoce o ha oído, en el Ayuntamiento de su pueblo, en su Comunidad Autónoma, etc., casos de corrupción de menor entidad?. Concesiones a empresas “amigas” en condiciones por lo menos dudosas, contratación de personal “afín” para puestos públicos, inserción de publicidad institucional en medios de comunicación “receptivos” a las inquietudes del poder de turno, etc. Mira que no ha habido comentarios en nuestra provincia referidos a los manejos y al reparto de favores del poder que durante muchos años se ubicó entre las plazas de Santo Domingo y Ferrol, y los sigue habiendo ahora, aunque las viperinas lenguas del vulgo han cambiado su diana, y apuntan más bien al inmueble que se sitúa en la parte más alta de la plaza de España.
¿Qué sólo son comentarios? ¿Qué en la mayoría de los casos incluso la actuación del jerifalte de turno se incluye técnicamente dentro de las exigencias de la Ley?. De acuerdo, pero si una actuación es éticamente impresentable, aunque el Juez no pueda entrar a perseguirla, ya que el único instrumento que el Juez debe utilizar es la Ley, sí debería castigarla el ciudadano votante, con el único Código que debería emplearse para fundamentar el juicio del voto: el sentido común.
Al respecto, he de indicar (asumiendo ya que seré tachado de retrógrado por ello) que la descentralización política y administrativa que ha experimentado España en los últimos años, aún siendo positiva en determinados aspectos para la gestión de los intereses públicos, presenta otras facetas muy oscuras, especialmente en lo referido a la correcta gestión de los fondos públicos.
La realidad viene demostrándonos que el nivel de corrupción está en relación inversamente proporcional a la ubicación del organismo administrativo dentro de la pirámide institucional: la Administración Autonómica es más corrupta que la del Estado, y menos que la de las Entidades Locales.
La tan cacareada autonomía regional o local (idea encomiable en principio, por cuanto busca la gestión más próxima a los ciudadanos, que en principio debería ser la más correcta) termina transformándose, en la práctica, en autonomía para endeudarse y corromperse.
31 de Marzo , 2008 - 0:00 am
Placeme leer esta bitácora. No obstante, me gustaría saber ciertas curiosidades para entender y analizar con criterio ciertos articulos.
Noto ciertas constantes o fijaciones, las cuales están presentes en infinidad de ocasiones.
Una de ellas son los continuos ataques a Cataluña. Me gustaría saber de donde viene tal foribunda fijación del autor de esta bitácora .( Si lo cree oportuno exponer, con el máximo respeto se lo digo).
Salud y paz
31 de Marzo , 2008 - 0:00 am
Literatura(sustantivo). Conxunto de tódolos escritos da humanidade, agás os de Xosé de Cora, que obviamente, son aliteratura.
Leo, non podo dicir que habitualmente, os artigos deste home, así como as contestacións dalguén que se fai chamar Miranda; fágoo en intres indeterminados do día. Cando remato a súa lectura, a sensación é indefectiblemente semellante a ficar estupefacto(nin estúpido nin fato, que son cousas distintas)e observo que a pretendida erudición, adornada pola ironía, e o escepticismo, enchen a meirande parte das opinións de ambos suxeitos. Eu xulgo isto unha mágoa: o dogma e a proclama baleira anulan o pensamento, como exercicio irrepetíbel, a cada vez, e constitúen a antesala da confusión, na que prima o caos…certas formas da ignorancia. Pero o mundo segue a xirar.
UNHA IMAXE: un honor sen mácula e unha boa reputación; dous malvados desconcertados, a cada vez mais anoxados; o demérito ten agochado tódolos seus dardos envelenados e a adulación rastreira enfundou o seu vil lambetón.
Agora que xa se decidiron ata chegar ás últimas liñas, probablemente terán que lelo por segunda vez, e isto, señor Cora e Miranda, é o que nunca acontece co que vostedes escriben.
Pena(sustantivo). Enganosa sensación de inmunidade, inspirada pola comparación.
3 de Abril , 2008 - 0:00 am
¿Ataques a Cataluña? No he leído yo ninguno… Ni siquiera a los catalanes… Bueno, tal vez a parte de los catalanes y, en este de hoy, ni siquiera por actuar como catalanes…