Cómo está el servicio
Las promesas electorales de la oposición se entienden; son los spots de un producto que aún no ha vendido un rosco, pero que ansía comerse el mercado.
Sin embargo, ¿cómo debemos tomarnos las del gobierno de turno? Si tan estupendas son ¿por qué no están ya en vigor? ¿Acaso son las buenas intenciones del travieso que promete ser bueno, siempre a partir de mañana? ¿O las del ligón, que nunca falla lo que la víctima quiere oír?
No estaba en el plan, pero como le gusta a gente… Por eso le han dado vacaciones a Jorge Javier; para que no esparza más tomate hasta después del 9-M. Con lo que gusta. Después, sí. Después habrá ketchup hasta en el café con leche de las mañanas, ése que hace años se tomaba bajo el marco de un sabio principio económico y político: Hoy no se fía, mañana sí.
Allí se alimentaba a un tiempo el cuerpo y el espíritu, pues sin duda son muchos los que triunfaron cumpliéndolo.
Si se fijan, el verbo que más se conjuga en campaña es el ir: Vamos a pagar cien euros a los que les duelan las orejas, vamos a convertir esto en La Granja, vamos… a lo que sea.
Después viene Paco con las rebajas, y si se hace algo es porque baja santa Rita a echar una mano. Creo yo que ustedes no tienen que prometer nada, porque como empleados que son, deberían esperar en la antesala a recibir instrucciones con la cofia puesta. Lo que va a aconsejar su posible renovación es la labor durante el tiempo contratado. Los futuribles son terreno de Nostradamus, y él solo se las ingenia para hartarnos de previsiones.
Desde que han llegado no han hecho más que revolver, sin concretarnos hasta cuándo va a durar este desbarajuste. ¿O es que creen que los señores no se han dado cuenta porque se hacían los dormidos?
Ya ven que no. Voy a darles una prueba. Por ejemplo, ¿dónde coño está el mando a distancia?
23 de Febrero , 2008 - 0:00 am
Entendiendo el comentario del Sr. Cora (hoy le encuentro un poco espeso, Jefe) como referido a los políticos (el servicio) y el pueblo (los señores), sí estoy de acuerdo con su fina ironía cuando dice “no se crean que los señores estaban dormidos”. Cierto, el pueblo no está dormido, está más bien anestesiado (o aneZteZiado, como prefieran). Únicamente hablando de gente totalmente desconectada de la realidad se puede explicar los millones de votos que va a recibir este patético Gobierno el próximo 9-M, y que creo, además, que les van a suponer una nueva victoria electoral.
Movilícemonos, cada uno en su ámbito, para que esa victoria no se produzca, o sea lo más exigua posible. No estoy tampoco muy entusiasmado con la oposición, pero a pesar de todo la elección es clara para mí: ante la trayectoria mostrada por nuestros actuales gobernantes, no digo que cualquier cambio sólo pueda ser para mejor, pero sí que merece la pena arriesgarse.
23 de Febrero , 2008 - 0:00 am
Entendiendo el comentario del Sr. Cora (hoy le encuentro un poco espeso, Jefe) como referido a los políticos (el servicio) y el pueblo (los señores), sí estoy de acuerdo con su fina ironía cuando dice “no se crean que los señores estaban dormidos”. Cierto, el pueblo no está dormido, está más bien anestesiado (o aneZteZiado, como prefieran). Únicamente hablando de gente totalmente desconectada de la realidad se puede explicar los millones de votos que va a recibir este patético Gobierno el próximo 9-M, y que creo, además, que les van a suponer una nueva victoria electoral.
Movilícemonos, cada uno en su ámbito, para que esa victoria no se produzca, o sea lo más exigua posible. No estoy tampoco muy entusiasmado con la oposición, pero a pesar de todo la elección es clara para mí: ante la trayectoria mostrada por nuestros actuales gobernantes, no digo que cualquier cambio sólo pueda ser para mejor, pero sí que merece la pena arriesgarse.