Misión casi imposible
Se empieza por la lengua y se termina por la mano
Al príncipe se le critica haber estado melifluo en su reacción ante Fenoll, Mas y el resto de maleducados anfitriones durante su visita a Barcelona. Todo depende de con qué y con quién se le compare.
Seguramente el desaire de Fenoll al príncipe heredero de una Jefatura de Estado le hubiese costado el cuello en algún momento de la historia, según se tratase de un heredero u otro, siglo arriba siglo abajo. Digamos que ésa sería la reacción más bronca. Que don Felipe hubiese ordenado detener a Fenoll para ser fusilado sin juicio al amanecer.
Vamos a pensar que quienes critican la reacción blandengue del príncipe no están lamentando que Fenoll sea hoy polvo, ni siquiera polvo enamorado de Cataluña; sino una cosa intermedia entre el pelotón de ejecución y lo que pasó; es decir, volver atrás para reprocharle al empresario que debía saludarlo «por educación».
También se le critica que no hubiese puesto firme a Mas con un ¿y tú de qué te ríes?, como había hecho su padre con Chávez.
Probablemente todo podría haber salido mejor. Incluso podría haberle dicho una frase como la de Calomarde que pasase a la historia: «Señor Fenoll, manos blandas no ofenden». Pero lo único cierto, como describieron a la perfección Manuel Iglesias Corral y Víctor Vázquez Portomeñe cuando lo de Barreiro, es que «pasou o que pasou», o sea, la versión gallega de «no hay más cera que la que arde».
Esos señores con pretensiones de convertirse en Estado tienen menos luces que el barco de Luis Pimentel y se muestran tal como son, unos mocosos consentidos que han superado la adolescencia de grosería en grosería. Y claro, llega un momento en el que es muy difícil tratar de reconvertirlos
28 de Febrero , 2014 - 9:14 am
La unica duda que me asalta es la referente al claristorio del barco de Pimentel. Lo demas clarisimo
28 de Febrero , 2014 - 13:11 pm
Bien sacada a colación la figura de Calomarde en relación al catalogo principesco de frases famosas.
Es de bien nacidos ser agradecidos, y el Príncipe de Asturias, podría ser Princesa de no ser por gentes como Calomarde, que fueron arietes de la Ley Sálica, pese a que Isabel II se pasase los esfuerzos de Tadeo, (y también, los miembros viriles de toda la Guardia Real), por salva sea la parte.
Pero de aquellos barros, vinieron estos lodos, y gracias a aquellos esfuerzos históricos, y a la mojigatería democrática actual, D. Felipe, no es Infante y consecuentemente a doña Leticia, nadie le llama “la Urdangarina”, al tiempo que la Infanta Elena, dedica su tiempo a los caballos, que como todo el mundo sabe, es mas divertido que dedicárselo a los “burros”.
Solo una salvedad.
Si el columnista no fuese humano, y por tanto no estuviese sujeto a errores mecanográficos, la frase de Francisco Tadeo Calomarde a la Infanta Luisa Carlota, que acababa de soltarle un guantazo, hubiese sido:
“Manos blandas no ofenden,………. y ni siquiera hacen daño”
pero, como entre la “d” y la “c” solo hay un milímetro, y además, en aquella época, eran muy amigos de las palabras amaneradas, dejaremos la frase como históricamente se recoge:
“Manos blancas, no ofenden”
cuando en realidad, y a la vista de la complexión de la Infanta Luisa Carlota, lo que que quería decir era:
“¡¡Joder, que hostia me ha dado!!”
28 de Febrero , 2014 - 14:32 pm
Lo que es más pasmoso, del chusco episodio vivido por el Príncipe en Barcelona, es el “apagón” informativo que han impuesto, sobre el hecho, ciertos medios.
En algún periódico nacional de primerísima línea, ni se lo mencionó. ¡Nada! Lo mismo, algunas cadenas de televisión. ¿Razón? ¡Vaya Vd. a saber!. No dar protagonismo al príncipe, no dar más bombo mediático a los secesionistas…
En fin, creo que el asunto no da más de sí. Burros, hay en todas, partes, y cuando, además se trata de un jumento “con derecho a decidir”, pues ¡qué vamos a esperar!. ¡Gracias tendría que dar, D. Felipe, porque el sujeto no le soltó una coz!.
Otra cuestión, relacionada con el tema de fondo. Ayer se votaron, entre las conclusiones del debate sobre el estado de la Nación, varias propuestas relativas a Cataluña, relacionadas con la vigencia de la Constitución. El PSOE se abstuvo, porque ya había dicho Rubalcaba, con ocasión de otra moción anterior, que “no iban a estar votando la vigencia de la Constitución cada 15 días”. Y me parece que no va desencaminado del todo, no creo que sea precisa tal cosa.
Pero, por otra parte, me pregunto yo, ¿cuántas votaciones (lógicamente, sobre propuestas en sentido contrario) se han celebrado en el último año en el Parlament de Catalunya? ¿10? ¿20? ¿50, quizá?. Todavía temo quedarme corto. Y, ¿en cuántas de estas se abstuvo el PSC?.
Alfredo, me parece que te ha tocado un morlaco que excede de tus posibilidades. ¡Parece mentira!. Tú, que toreaste el GAL, el 11-M, el zapaterismo todo, y ahora, me temo que no vas a poder, no con Artur Mas, sino con el PSC, que parece empeñado, no sólo en autodestruirse, sino en arrastrar a todo el PSOE en su caída.