Y el resto, el Manantial

Los Pokemon en formación

Para ser Pokemon de verdad hay que tener un mote. Si no tiene mote, desengáñese; no es nadie. Cuando se refieran a usted por teléfono lo citarán con nombre y apellidos, y entonces sabremos que estamos delante de un mindundi, de un Balbino como escribió Neira Vilas, un ninguén que ni corta ni pincha.

Por lo que se sabe en esos 26 tomos de los cien que componen la magna obra de El Señor de los Anillos Aparcados, el dueño de la pila bautismal era Tutor. Él se encargó de renombrar a los personajes, como hizo Linneo con su nomenclatura zoológica; o como hizo mucho antes Adán, cuando Dios le fue mostrando los animales:

_Tú serás el Amapolas, y tú el Puñales…

Le faltó el Pernales, que es propio de bandoleros.

En esa labor de motejar no todo es disimulo ante la Justicia. Por extraño que parezca, el acto de renombrar no desprende por completo la personalidad de quien se oculta tras el nuevo título, sino que éste arrastra en su nueva formulación parte del ADN original. Y ya se sabe que hoy la Policía lo rastrea con facilidad, aunque se produzcan contaminaciones en el laboratorio.

Utilizaron el mismo mecanismo que los aficionados al fútbol con sus ídolos. El portero ruso Yashin era la Araña Negra. Vestía siempre de negro y cubría toda la portería. Aquí lo mismo. Tkachenko no puede medir mucho y Espalda Mojada tiene que trabajar en la Confederación Hidrográfica.

Si la prensa deportiva eran los envíos y la pintura, el dinero, falta por saber cómo nos llamarían a los paganos, es decir, al colectivo sin mote que apoquina a diario el dinero que se mueve de un lado a otro. Si conociesen la literatura sueca nos llamarían El manantial de la doncella. Manantial, por el suministro de aguas, y doncella, por la inocencia.

4 Comentarios a “Y el resto, el Manantial”

  1. MIRANDA

    La imprudencia telefónica de los trincones denota confianza y seguridad en los manejos que tenían entre manos. Deberían saber que hoy se graba y escucha al mismísimo S.Pedro en la portería celestial.

    La marejada de (presunta) corrupción entre la clase política y aledaños es de tal magnitud, que uno está convencido de que no hay una sola alfombra bajo la que no se amontone la basura. vamos, que si se escrutase con interés, saltarían muchos casos más.

    El proceso viene a ser el siguiente : 1) estalla el escándalo, 2) sigue un larguísimo proceso judicial con algunos titulares selectivos, 3)se acallan las voces echando tierra encima y culpando a algún despistado que pasaba por allí, 4)aquí no pasó nada y cada mochuelo a su olivo, si acaso en otro carguiño alejado, vgr. en Europa, para el presunto, o sea el tocino trincón.

    En realidad, Boss, es EL PROPIO SISTEMA CORRUPTOR Y CORRUPTIBLE POR DEFECTO EL QUE PERVIERTE A LAS PERSONAS, A BASE DE FACILIDADES, DESCONTROL E IMPUNIDAD.

    La mentalidad imperante en política es que todo el que puede, pilla cacho. Y da la impresión de que la sociedad es fatalista y no intenta siquiera exigir una regeneración. Mucho menos los partidos, habitados por mediocres “profesionales de la política”, a menudo ignorantes e incompetentes que no valen para otra cosa, y que han convertido el noble ejercicio del SERVICIO PUBLICO en un tinglado de parásitos y caraduras, que van enchufando a su gente y a otros de su laza, sostenidos todos por el Manantial de las Doncellas contribuyentes. (Te ha quedado bien la metáfora, Boss)

    Así es que los partidos se van turnando en el poder, pero NINGUNO, NI UNO SOLO hace nada por fulminar estas conductas indecentes. Y en torno a la casta parasitaria, se va decantando un entramado de empresarios desaprensivos y mafiosos que tienen como filosofía la convicción de que “todiós tiene un precio”, y saben cómo mover voluntades de jueces, magistrados, policías, periodistas y otros colaboradores necesarios.

    Tan es así que las ilegalidades y trapacerías no son la excepción sino la norma. Y que las Instituciones y las Administraciones, los Partidos y los Sindicatos, están agusanados hasta el tuétano.

    Después del largo silencio prescrito por la prudencia y la presunción de inocencia, a la que todo el mundo tiene derecho, ahora se abren los sumarios y los alias, motes y claves, conversaciones, presuntos sobornos, sobrecogimientos, regalos, servicios gratistotal ahora desvelados de la mafia político-empresarial-judicial, darán pie, imagino, a sentencias y castigos que, uno quisiera creer, servirán para ejemplificar y evitar estas conductas en el futuro. ¿Será posible acabar con los salteadores de arcas públicas?

    Quizá si los españoles vieran claro que los esquilmados y asaltados son ellos mismos. Que el dinero público es de todos y paga pensiones, sanidad, educación y carreteras, que esta gentuza no se dedica al servicio público, para lo que fue contratada, sino que nos está robando el estado de bienestar, y lo que es peor, la confianza en una democracia que sienten corrompida, quizá entonces se plantarían delante de los trincones, pero muy enérgicamente, como una gran marea cívica, y los obligarían a DEVOLVER HASTA EL ULTIMO CÉNTIMO, incluidas fincas, casas, coches y barcos.

    Jope, Boss, noxo da esta panda de mataos.

  2. Arsenio

    No diré que la corrupción sea exclusiva de los tiempos de bonanza pero no dudo que estos años pasados, en que parecía que manaban por los grifos chorros de dinero, animó a muchos a robar a lo grande. Miren qué casas y fincas tienen algunos que nada tenían cuando llegaron a la política.

    Creo que el problema es la falta de control del dinero público y que a nadie se exigen responsabilidades ni se le castiga contundentemente cuando es cogido en renuncio, unido a una especie de pasividad comprensiva de una sociedad en la que, más o menos, nadie le hace ascos a aprovecharse todo lo que puede y cuando se le presenta la ocasión.

    Todos sabemos de contratistas que llevaban sobres al concejal de turno para agilizar o ampliar una contrata de edificación, y hemos oído, sabido o leído de mordidas, comisiones y chanchullos, que se fueron normalizando de forma impúdica. En la Administración, en los tribunales, en la banca, por todas partes.

    Mi pregunta es: ¿Creen que una situación de crisis pondrá fin a tanto desmadre público y privado?

  3. Bartolo

    Parece que la nueva Ley deTransparencia, que tardará dos años en entrar en vigor en las Comunidades Autónomas y el que la administración tarde tanto en contestar a las preguntas, es escasa y no cumple con los estándares europeos. Esperemos que no sea así.

    http://www.infolibre.es/noticias/politica/2014/02/03/la_tacha_insuficiente_nueva_ley_espanola_transparencia_porque_carece_organos_independientes_control_13117_1012.html

  4. Fernando

    Estoy convencido de que si la corrupción política produjera hondo rechazo en la sociedad, los tramposos se verían obligados a comportarse de otro modo.

    La Ley Electoral en uso, que nadie quiere cambiar, ni PSOE ni PP, no permite elegir a los que consideramos más honrados, más fiables, mejor preparados, sino que el partido nos impone una lista cerrada con los más leales al jefe.

    Admitamos que esos políticos que tanto criticamos no son muy distintos del resto de la población, solo que los aquellos manejan mucho “dinero de nadie” – o sea nuestro- y pueden hacer lo que les de la gana, que nadie les pide cuentas.

Comenta