Renuncia por motivos de salud
Viernes, 22 de Julio, 2022
La salud es lo primero
La ciencia médica nos debe varias explicaciones. Por ejemplo, por qué un embarazo incapacita para ser vicesecretaria general de un partido y sin embargo no impide seguir siendo diputada.
O por qué una espalda rota incapacita para ser fiscal general del Estado, pero no para ser fiscal de Sala de Memoria Histórica, a la que dice aspirar.
A lo mejor se nos escapan matices en torno a unas patologías que solo afectan a lo cargos públicos o políticos, mientras el común de la población se ve libre de ellos. Alguna ventaja ha de tener que ocupemos el último eslabón de la cadena trófica.
En el primer caso nos deja las puertas abiertas a malpensar que en el Congreso se vive descansadamente, sin que ni por asomo ese trabajo ponga en riesgo ni una gestación, ni una cura de reposo, ni una siesta como la que se le achaca a Cela en los bancales del Senado.
A parecidas conclusiones llegamos en el segundo caso y por eso sería de gran utilidad que la ciencia nos ilustrase sobre espaldas y placentas para dar crédito a las que nos parecen disculpas pelotudas.
Es curiosa la coincidencia temporal que se da en la caída de ambas mujeres. La una tan apegada a la estructura del partido por obligación de su cargo, y la otra, tan apegada también, pero en contra de la más importante obligación del suyo, que consiste en mantenerse alejada de cualquier tipo de partidismo para ejercerlo con equidad y justicia imparcial.
Es curioso que a ambas les fallen la salud, o las fuerzas exigidas por la preñez, sin que su valedor ni su partido realicen el más mínimo esfuerzo para evitar el colapso, casi como cuando Mónica Oltra le dijo a Puig que se iba.
_ Querida amiga. Si ese es tu deseo, que la Virgen del Carmen te cubra con su manto.
O sea, carretera y manto.