Archivo de Mayo, 2022

Vicente Quiroga, de alumno de Fole a alcalde de Lugo

Martes, 31 de Mayo, 2022

El quirogués construye los aparcamientos subterráneos y el auditorio, y logra el primer PGOU de la ciudad

ES EL PROPIO Vicente Quiroga Rodríguez (Quiroga, 1940), quien nos ayuda a situarlo dentro de una saga familiar plagada de cargos públicos: “Mi padre era hijo y nieto de políticos. Nieto de Benigno Quiroga Ballesteros, al que Lugo le dedicó una calle. Su padre, Luis Quiroga Espín, mi bisabuelo, también fue diputado muchas veces. Otro familiar ilustre fue Vicente Vázquez Queipo, un gran matemático famoso por su tabla de logaritmos y por ser el padre del actual sistema monetario francés”.

Es hijo único, una circunstancia que según él, influye para hacerlo algo tímido e introvertido. Hasta los diez años en que marcha a Vigo para estudiar con los jesuitas, el conocimiento le llega a través de Ánxel Fole, al que le une un lejano parentesco. El escritor se refugia en la casa familiar de los Quiroga al saberse en las listas negras de la postguerra.

Fole llega a Quiroga en 1941, mientras Vicente y sus padres permanecen en Madrid. Será en 1945 cuando entre a formar parte del núcleo familiar de A Veiguiña hasta 1953, desaparecida la amenaza. La influencia del escritor en aquel niño al que llama Vicentito abarca materias como historia y gramática; pero también distracciones, como la construcción de cometas, y sobre todo, curiosidad por la vida.

El abuelo no quiere separarse de su nieto y se opone a que estudie en Vigo. Muere cuatro años después, cuando Vicente prepara la reválida de 4º. Sus padres se lo ocultan y el muchacho deja de hablarles durante dos meses en venganza por la maniobra.

Se hace aparejador y se casa con Sara Figueroa, con quien tendrá cuatro hijos, uno de los cuales fallece a unos muy tempranos 39 años.

El estudiante de Aparejadores se afilia en 1966 al PSOE y aunque también debe militar en UGT por obligación, su condición de empresario se lo complica. Nicolás Redondo lo autoriza cuando ya está en Lugo.

Con Pepe Barreiro organiza la primera visita a la ciudad de Felipe González. Se reúnen en el restaurante Galicia y allí se toma una famosa foto con Fole, Calvo, Ramos de Castro, Gómez Camarón y Couto.

De repente todo se precipita. Cacharro Pardo, con el que comparte tertulia, le propone aspirar a la alcaldía pese a su cercanía al PSOE. De hecho, el propio Quiroga había tratado con él la posibilidad de presentarse por ese partido al Congreso, aunque prefiere la lista de CD al Senado.

De todas formas llega al Ayuntamiento con una lista fuera del partido llamada Independientes de Lugo y cuando quiere repetir alcaldía en un segundo mandato, a Cacharro ya no le hace tanta gracia y planea mandarlo a Madrid como diputado o senador. No hay acuerdo. Los Independientes empatan a 9 con Alianza Popular, pero consiguen el apoyo de Coalición Galega, a la que se acaba pasando, y gobierna.

En esos ocho años se apunta la realización de dos aparcamientos subterráneos, una nueva depuradora de aguas, el auditorio, el inicio de la peatonalización, la remodelación de O Vello Cárcere, las casetas del pulpo, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y el parque de FRIGSA., todo ello aderezado con algunos casos judiciales relacionados o no con la gestión municipal.

Anima a Barreiro para presentar la moción de censura contra Albor y la historia le permite impulsar los homenajes que la ciudad rinde a su amigo Fole en 1985, tras la concesión de la Medalla Castelao, como fue su nombramiento como Fillo Predilecto de Lugo.

Aficionado al golf desde que se une a Carlos Costas en el proyecto del campo, reparte su tiempo entre Lugo y Fontán (Sada), donde tiene casa.

Ramón Escobar, el padre del general católico que defendió la República

Martes, 31 de Mayo, 2022

El protagonista de la novela ganadora del Planeta 1983 pertenece a una familia de Baleira

NUESTRO PERSONAJE, RAMÓN Escobar Fernández (Baleira, 1847), pasa a la historia por sus propios méritos en la Guerra de Cuba, donde dejará la vida, y por la relevancia que alcanza su hijo Antonio, llamado el general católico, fusilado el año 1940 en Barcelona y protagonista de la novela ganadora del Premio Planeta de 1983, La guerra del general Escobar, de José Luis Olaizola.

Ramón es hijo de José Escobar y de Manuela Fernández, naturales y vecinos del lugar de Albaredo, en la parroquia de Santiago de Córneas, donde sitúan el supuesto aterrizaje del avión que transporta a Hitler en su salto a América.

El apellido Escobar no es ajeno a Baleira, pues allí ejerce el médico Escobar Magdalena, de Abrairas, y allí se cruza con los de Cuenza, Pillado y otros.

Elige la carrera de las armas y en un destino cercano a Montán (Castellón de la Plana), donde se combate a los carlistas, conoce a Dolores Huerta con la que se casa.

Su primer hijo, Ramón, nace en Sevilla el año 1877; Antonio lo hará en Ceuta dos más tarde y Alfredo en Vigo, el 1889. Ni que decir tiene que cada nacimiento está relacionado con los sucesivos traslados que jalonan la carrera de Ramón. Sus otros hijos son Alberto, Dolores, Amelia y Teresa. El primero, también sevillano, será novillero con el nombre de Juanerito, periodista y director de El Clarín de Valencia.

Daniel Arasa ha rastreado la vida de Ramón para escribir Entre la cruz y la República (2008), la biografía de su hijo Antonio. Arasa se ha especializado en investigar a los católicos que defienden la causa republicana y la distinta suerte que a cada uno le aguarda.

Ramón, que en 1889 pertenece como capitán al Regimiento de Murcia núm. 37, es trasladado al tercer batallón del regimiento de San Marcial núm. 46 y forma parte del Batallón de voluntarios que se forma en Madrid mediados los 90 para desplazarse a Cuba y luchar contra los insurgentes y los norteamericanos.

En el simbólico año de 1898, cuando tiene 51 años y es comandante de Infantería, muere en los enfrentamientos de Santiago de Cuba.

La historia de su hijo Antonio, el general católico, está estudiada con mayor detalle y es de fácil acceso en los dos libros citados y en otros de Francisco Alía Miranda.

Es soldado voluntario a los 17 años y luego ingresa en el Colegio de Oficiales de la Guardia Civil, para recorrer una docena de destinos en toda España, como su padre. En los inicios de la guerra es coronel del 19.º Tercio de la Guardia Civil, en Barcelona, donde coincide con el general José Aranguren Roldán, católico como él, a quien Lorenzo Silva dedica la novela Recordarán tu nombre.

Ambos militares están familiarmente ligados a Lugo y ambos tendrán un recorrido en paralelo a partir de ese momento desde su posicionamiento a favor de la república, hasta su fusilamiento.

A raíz de unas jornadas celebradas en Barcelona el año 2021, el nieto de este último, José Antonio Cobreros Aranguren, conoce la relación entre las dos historias y nos pone sobre la pista de los orígenes lucenses de Escobar.

Antonio se incorpora luego al frente en Talavera de la Reina y es herido en la Casa de Campo, a las puertas de Madrid. Convalece varios meses y regresa como responsable del orden público en Cataluña, donde vuelve a caer herido en un enfrentamiento entre el POUM y las milicias anarquistas y comunistas.

Asciende a general y es autorizado por Azaña para peregrinar al Santuario de Lourdes, de donde creen que no regresaría, aunque sí lo hace para morir fusilado en los fosos de Montjuic en loor de santidad, que no conmueve a Franco.

Barrio y Moure, la pasión por el coleccionismo

Jueves, 26 de Mayo, 2022

El arquitecto lucense llega a reunir notables muestras de postales, sellos, vitolas y arte africano

LA MUERTE LO sorprende en 2021, cuando apenas ha cumplido los sesenta años. Caminaba de regreso a su casa en Campo Castelo después de asistir a su turno de la Adoración Nocturna. Sí, porque Manuel Urbano Barrio y Moure (Lugo, 1961) era un hombre profundamente religioso, como sus padres, arquitecto y ministro de la Orden Franciscana Seglar para Lugo y posteriormente, para Galicia.

Es el hijo único de Manuel Barrio Martínez y de María Filomena Moure Prieto, al que ponen de segundo nombre Urbano en recuerdo de un hermano del padre que fallece muy joven cuando estudia como Seminarista en Lugo, donde destacó como rapsoda. También es sobrino de la recordada maestra de San Ciprián Sagrario Martínez.

Estudia en el Colegio de los PP Franciscanos de Lugo y es uno de los mejores almnos, especialmente en dibujo lineal, lo que va a enfocar su vocación. También es de los más brillantes y más jóvenes licenciados en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura coruñesa (1988), especializado en Edificación y Urbanismo, por lo que lo requiere rápidamente el sector de la construcción.

Se colegia en Lugo y abre un estudio en la calle Montevideo con Ismael García Portela Legido, J. Ángel García Vilela y Justo Portela Fernández. El barrio de A Milagrosa y Samos son las ubicaciones de sus primeros proyectos.

Dentro de la Orden Franciscana Seglar, es uno de los postulantes para ser ministro a nivel nacional y cada vez dedica más tiempo a la actividad religiosa; por ejemplo, en las catequesis de varias parroquias y atendiendo la capilla de la Soledad, de la que es titular la Orden Franciscana. Manuel Urbano lucha para lograr su conservación, amenazadas sus imágenes por la carcoma.

Paga de su bolsillo diversos arreglos, compra nuevas tallas y organiza la bendición de mascotas el día de San Antonio.

En otro orden de cosas, Manuel Urbano siente verdadera pasión por el coleccionismo y llega a ser uno de los mejores de España en algunas vertientes. Lo que Umberto Eco llama el vértigo de las listas. Reúne una espléndida colección de postales, especializada en Lugo, Galicia, las dos guerras mundiales, la guerra de África _ España y Marruecos _, románticas y otras temáticas.

El año 2021, poco antes de fallecer, expone en el Museo Provincial de Lugo parte de las que posee bajo el título de Estampas Lucenses y se edita un libro con la selección. Su colección sobre la ciudad supera los mil ejemplares, mientras que el total de la misma alcanza las cien mil tarjetas.

Otras recopilaciones llevadas a cabo por él son las de sellos, matasellos de primer día, sobres conmemorativos, monedas y vitolas.

Tampoco hace ascos a otro tipo de colecciones consideradas de menor categoría, como llaveros, mecheros y posavasos. La de carteles de cine y programas de mano permite recorrer la historia cinematográfica de los años centrales del XX.

Mención aparte merece la de etnografía de tribus africanas que supera las mil quinientas piezas, algunas de gran interés y dignas de formar parte de fondos museísticos.

A tenor de esa afición y como consecuencia de ella, la biblioteca de Manuel Urbano Barrio también sobrepasa los cuatro mil volúmenes, con ediciones del siglo XVII y otras de indiscutible valor. De igual forma su hemeroteca llega a reunir un interesante fondo, con colecciones completas o semicompletas de Historia y Vida, Cuadernos de Historia, Blanco y Negro, Hola!, de diarios de los años 20-40 del pasado siglo XX y de otras cabeceras.

Fernando López, el impresor amigo de Cunqueiro

Miércoles, 25 de Mayo, 2022

Hereda la imprenta Sucesor de Mancebo de su padre, que había trabajado con los fundadores

AL FRENTE DE la Imprenta Mancebo de Mondoñedo han estado Hermenegildo Mancebo Vázquez, el fundador, entre 1870 y 1887; Edesio Mancebo Rey, su hijo, entre ese año y 1931; su empleado y comprador, Jesús López Díaz, Suso do Laredo, hasta 1982 y Fernando López González (Mondoñedo, 1938), hijo a su vez del anterior.

Los tres primeros mantienen una singular dedicación a las artes tipográfica y musical, como si una y otra compartiesen tipos y notas móviles en la intimidad.

Suso do Laredo lleva la imprenta a la calle Progreso y su hijo, a la calle Imprenta. Todo en lógica mindoniense, la ciudad donde se editan libros desde 1495 y donde hoy existe un Museo da Imprenta, del que Fernando es guía ocasional cuando se lo piden.

Él se zambulle en el mundo de la imprenta desde que nace, cuatro años después de que su hermana Marujita hubiese fallecido a causa de un accidente doméstico. En ese momento Suso do Laredo ya lleva siete como propietario de la de Mancebo y él comienza su relación laboral con los chibaletes y las galeradas cuando apenas cumple los 10 años.

De su padre, niño de coro entre 1913 y 1917 y posterior flautista de la capilla de música catedralicia, cuenta Cunqueiro su curioso método de puesta a punto del instrumento mediante saliva; por eso, cuando Suso toca “hai que poñer un paraugas diante”.

Cunqueiro es el gran personaje de la imprenta. Allí se confeccionan algunos ejemplares de su revista Papel de Color y allí se refugia para pergeñar los artículos periodísticos durante su segunda estancia en Mondoñedo.

Fernando lo recuerda como un componente habitual en el paisaje de la industria, como amigo y como conversador. Lo ve entrar a eso de las tres y cuarto de la tarde, pide recado de escribir y despachar el artículo antes de las cuatro, que es cuando sale el autobús que ha de llevarlo al periódico. Un prodigio.

Huellas de Cunqueiro en Mancebo son, por ejemplo, las tarjetas de felicitación para Fraga en el día de San Manuel. Se las escribía en latín para acompañar una tarta de Alicia Tella-Villamarín, la mujer de Puchades Quilis. Para que todo estuviese en conforme, el latín pasa la correspondiente revisión del más versado mindoniense en la materia, Francisco Fanego.

Tras la muerte de Cunqueiro, Fernando aprovecha una estancia de Fraga en la ciudad para solicitarle su firma en las tarjetas latinescas que conserva. Sucede en el Hotel Montero el Día das Letras Galegas de 1991 y media en el encuentro Cacharro Pardo. En compensación, Fraga le pide a Fernando una de ellas con la firma del impresor. Hoy está reproducida en un libro.

Pero Fernando es testigo de que Cunqueiro también satisface las peticiones de quienes le solicitan unas poesías para venderlas y sacarse unas perras. O tarjetas para pedir el aguinaldo, como la que le escribe a Luis, un muchacho recadero y rodero de la imprenta, es decir, que mueve la prensa con la fuerza de sus brazos. “Oficial de motor”, le llama a Luis con pompa burocrática.

El actual propietario de Suc. de Mancebo ya está jubilado y cuenta con Suso Robles como responsable de la misma, quien calcula que allí llegaron a editarse unas cuarenta cabeceras. Han aprovechado el confinamiento para localizar 39 de ellas, aunque pueden ser más, porque hay constancia de publicaciones de Luarca, Vegadeo, Ribadeo, Navia, Vilalba, Muras, Foz, O Valadouro y Mondoñedo, por supuesto.

En sus 150 años de historia reciben un homenaje por parte del Concello.

Fernández Paz, todo polo ensino

Miércoles, 25 de Mayo, 2022

O escritor de Vilalba consegue os máis importantes premios de Literatura Infantil e Xuvenil de España

CANDO LLE PIDEN un autorretrato da súa infancia, o terceiro fillo de Antonio Fernández Pillado e Antonia Paz Cascudo, Agustín Fernández Paz (Vilalba, 1947), afirma: “Fun neno nos anos cincuenta, así que pertezo á última xeración de europeos que medrou sen televisión”.

Esa carencia víase compensada polas “historias nocturnas contadas arredor da cociña de ferro, algúns libros de aventuras, os contos, e as escasas películas de cinema que podiamos ver”. De entre os seus heroes, hai un especial, a descuberta do Capitán Trueno.

Na escola de Vilalba que lembra en tantas ocasións é vítima de acoso e violencia por parte dun compañeiro de máis idade sen que o mestre o impida. Agustín atopa a vinganza literaria a través da novela ‘No corazón do bosque’.

Aos 13 anos sae de Vilalba para estudar na Universidade Laboral de Xixón. Previamente o pai preséntao a un exame en Lugo que aproba. “Sen saber nada da U. L., nin o que ía estudar nela, atópome interno naquel edificio inmenso con outros centos de rapaces aos que o réxime franquista lles ofrece a oportunidade de acceder a uns estudos que doutro xeito nunca poderían acadar”.

Fai Peritaxe Industrial e traballa en Barcelona. De novo en Galicia, estuda Maxisterio e Ciencias da Educación. Agustín está atraído polo mundo do ensino, e o perito muda agora nun profesor de EXB no Colexio Fogar de Santa Margarida (A Coruña).

Logo de varios destinos, remata a súa actividade docente como profesor de Lingua e Literatura Galega no IES Os Rosais 2 de Vigo.

Pero a súa preocupación pola mellora da docencia lévao a colaborar en proxectos á marxe do propio labor como ensinante. Así participa nos estudos para a Reforma Educativa, da Consellería de Educación e de 1989 a 1995, é coordinador docente de Galego.

Funda os colectivos Avantar e Nova Escola Galega e elabora moitos materiais didácticos, como as series, Novelas de Papel, Canles, Labia, O noso Galego e outras.

En paralelo, a partir de 1987 desenvolve unha intensa actividade ao redor da literatura infantil e xuvenil, non só como creador, senón tamén como estudoso. Como se pode comprobar, os tres eidos son o mesmo, a pedagoxía, aínda que no é a única motivación, pois como di Agustín nas súas primeiras aparicións como escritor: “Sempre me apasionou a lectura dos xéneros considerados marxinais, ou abertamente mal vistos: os cómics, as novelas de terror e de ciencia-ficción, a novela negra, os clásicos de aventuras…”

A súa extensa obra leva aparellada os máis importantes premios españois, como se comproba nesta relación:

As flores radiactivas, 1989 (Premio Merlín).

Cuentos por palabras, 1991 (Premio Lazarillo. Seleccionada pola Fundación Germán Sánchez Ruipérez como unha das cen mellores obras de literatura infantil española do século XX).

Trece años de Blanca, 1994 (Premio EDEBÉ de literatura xuvenil).

O meu nome é Skywalker (Premio Barco de Vapor).

A escola dos piratas, 2005 (Premio Edebé de Literatura Infantil e Xuvenil).

Aire negro “Aire negre”, 2001 (Premio de Literatura Protagonista Jove).

No corazón do bosque. 2002 (Finalista do Premio Nacional de Literatura 2002).

O único que queda é o amor, 2007 (Premio Nacional de Literatura Infantil e Xuvenil).

Aos que hai que engadir outros corenta títulos, traducidos a todas as linguas españolas e a outros idiomas.

Ao mesmo tempo, no ano 2010 rexeita o Premio Cultura Galega de Literatura en protesta pola política da Xunta sobre o galego.

Casa con Inmaculada Reino, con que foi pai de Mariña Fernández Reino. Morre en Vigo no ano 2016.

Peña Guitián, un pediatra español citado en el Nelson

Lunes, 23 de Mayo, 2022

El catedrático de Láncara cumple 96 años dedicados a su especialidad

LE PARECE EXAGERADO que lo llamen el “padre de la Pediatría en Galicia”, pero méritos acumula para llevar el título con justicia. José Peña Guitián (Láncara, 1926), es el quinto de los siete hermanos de una familia de Armillán, parroquia de San Vicente de Toldaos.

Su primer contacto con el estudio tiene lugar en la escuela de Monseiro, a un kilómetro y medio de su casa. Luego, en 1936, sus padres lo mandan a Lugo con un hermano para estudiar el bachillerato con los Maristas y acabarlo en el Instituto. Hace Medicina en Santiago y se doctora en Madrid el año 1952 con la tesis ‘Metódica para el estudio del desarrollo muscular’, que merece un sobresaliente cum laude.

Se incorpora a la Clínica Universitaria de Santiago cuando es catedrático el profesor Manuel Suárez Perdiguero, cuya influencia lo lleva a elegir Pediatría como especialidad.

También se repite sobre él que es un producto típico de la universidad compostelana, pero para ser absolutamente cierto tendríamos que borrarle los períodos de aprendizaje que realiza con los profesores Debé y Minkowski, en París; Lust, en Bruselas; Hungerland, en Giessen, y en el Institute of Child Health, de Londres.

Se casa con Beatriz Gil de la Peña, a quien considera su primera y más eficaz colaboradora. Es profesor adjunto interino en 1953 y encargado de cátedra desde 1960 hasta 1966, año en el que es catedrático.

Da clases en la Escuela Departamental de Puericultura de Galicia, que dirige desde 1970 hasta el 2008. En ella se titulan 549 médicos, 1.045 enfermeras, 306 maestras, 1.957 diplomadas y 2.180 auxiliares.

Su labor académica y pedagógica se extiende en numerosos cursos monográficos de doctorado, la dirección de tesis doctorales, publicaciones, congresos y conferencias en España y en el extranjero.

A modo de resumen digamos que pronuncia más de 250 conferencias (Lyon, Bruselas, Giessen, Bonn, Hamburgo, Milán, San Juan de Puerto Rico…), y su aportación a congresos y simposios científicos suma una veintena de ponencias y más de trescientas comunicaciones. También es autor de una veintena de títulos.

Preside la Sociedad de Pediatría de Galicia y pertenece a las principales asociaciones de Inglaterra, Francia y Suiza. Como hitos significativos corresponde recordar que Peña Guitián aparece citado en el Tratado de Pediatría Nelson, de Waldo E. Nelson, la más importante recopilación del saber pediátrico y que su nombre sirve de epónimo para designar una dolencia, la condrodisplasia metafisaria tipo Peña.

Entre los reconocimientos que merece a lo largo de su dilatada vida se encuentra la Gran Cruz de la Orden Civil de Sanidad, la Medalla de Castelao, el Premio Novoa Santos de Asomega, o la Medalla de Oro y Brillantes del Colegio de Médicos de A Coruña. Aunque en repetidas ocasiones manifesta que el que más le emociona fue ser nombrado Hijo predilecto de Láncara, al mismo tiempo que Ramón Piñeiro, Alfonso Cela, Celita y Luis Fernando Quiroga y Piñeyro.

Ya como catedrático emérito, acude al HULA para abordar los riesgos que corren los niños y de entre ellos se refiere a los iatrogénicos, es decir, los que originan los propios médicos por un conocimiento erróneo. Cita entonces el piramidón, acusado de favorecer tumores malignos y recetado hace años sin mayor precaución. Él mismo y un compañero habían sido tratados con piramidón de fiebres tifoideas cuando son estudiantes de Medicina. Por fortuna, él estaba dictando la conferencia y su compañero se encontraba sentado entre el público del HULA.

Rico Castelao, la primera baja de una guerra que no existió

Jueves, 19 de Mayo, 2022

El artillero de A Pobra de Burón muere tras las heridas recibidas en la primera acción

UNO DE LOS soldados de reemplazo de 1956 es José Rico Castelao (A Fonsagrada, 1935). El sorteo no le favorece pues le toca África. Tras la instrucción será artillero en Sidi Ifni, donde la situación está revuelta. Marruecos y el llamado Ejército de Liberación, o Yeicht Taharir, que tiene su apoyo, acechan. Los permisos son difíciles de conseguir, no solo por el conflicto, sino también por ser el punto más alejado de Galicia.

Rico Castelao es hijo de Modesto y Aurora, y con ellos vivía en A Pobra de Burón dedicados a la agricultura antes de incorporarse a filas. La ficha completa nos lo describe de 1,71 m de altura, chato de nariz, con el pelo castaño y la boca grande. Jura bandera en Sidi Ifni el mes de junio de 1957.

Son las cuatro de la mañana del 23 de noviembre de ese año, cuando se interrumpen todas las comunicaciones interiores de Ifni con la capital, y una hora y media después se producen los primeros disparos en sus alrededores. Así comienza la que se conoce como última guerra en la que participa España, la de Sidi Ifni-Sáhara, disimulada por el régimen, a pesar de sus 300 bajas en un ejército de 8.000 hombres.

El Yeicht Taharir se propone tomar el polvorín como primera medida antes de entrar en la ciudad. A esa hora en la garita de guardia se encuentra el artillero 2º, José Rico Castelao, que recibe heridas muy graves y es el primer soldado español en caer. Morirá dos días después.

Tan graves hechos se comunican a los españoles mediante una “Nota del Ministerio del Ejército”, que se publica tres días después con ese mismo titular en todos los periódicos. Por el contrario, resulta curioso comprobar que el mismo 23, la prensa alerta de que en Sidi Ifni hay una invasión… ¡de langosta!

Es fácil imaginar la rabia contenida de Modesto Rico y Aurora Castelao al enterarse de la muerte de su hijo y comprobar que no se le cita.

No todo es ocultación. A José no se le da la consideración de ser la primera baja de una guerra que tampoco es guerra, sino ataques de delincuentes, porque como pasa al hospital y tarda ese tiempo en morir, hay otras víctimas de los rebeldes.

La nota del Ministerio resalta que los Tiradores de la guarnición masacraron a los atacantes y todo está bajo control. Un control relativo, pues como ya se dijo, va a haber tres centenares de muertes y quinientos heridos en el bando español.

La guerra finaliza con el Tratado de Angra de Cintra que firman España y Marruecos el 1 de abril de 1958 y que recoge el fin del protectorado español.

Castiella, ministro de A.E., se reúne con su homólogo marroquí Balafrej en la bahía de Cintra de Río de Oro con gran secreto para negociar el fin de los enfrentamientos. Está presente el heredero Hassan II, padre del actual rey.

Aún así el alto el fuego se demora hasta el 30 de junio de 1958, para demostrar que el Ejército de Liberación no forma parte del ejército regular marroquí.

Veinte días antes, Marcial Granja Teijeiro, un oficial gallego al mando del Grupo de Artillería a Lomo, contesta a Modesto Rico para enviarle los documentos de su hijo que este le reclama tiempo atrás, por lo que se disculpa. Se los llevará en mano otro soldado, Francisco Rey Fernández, residente en Castrillón (O Corgo), que regresa con licencia ilimitada, o sea, licenciado.

Xosé María Gómez Vilabella, delegado del Banco Exterior de España en Sidi Ifni en esa fecha, identifica a José, pero el silencio cae sobre él y no aparece en los libros sobre aquella guerra que no fue.

El Gallego Álvarez, una vida y tres hijos por Cuba

Miércoles, 18 de Mayo, 2022

Lucha contra España en el 98 y sus hijos, contra Machado en el 31

SI SE HABLA del Gallego Álvarez en Cuba se trata del coronel José Álvarez Pérez (Lugo, 1864), emigrado muy joven a la isla donde alcanzará la consideración de héroe nacional por su participación en la guerra contra España como oficial de las filas mambises y contra la dictadura de Gerardo Machado, ya en 1931.

Varios episodios alrededor del Gallego Álvarez lo convierten en un personaje venerado en Cuba, cuyo recuerdo se mantiene después de la Revolución castrista aunque no llega a participar en ella.

Durante los años noventa del siglo XIX lucha contra los españoles en la zona de Sierra Morena, provincia de Santa Clara. Sus panegiristas se encargan de cuantificar las tropas coloniales en “cien veces mayores que las suyas”, detalle que recogemos con ánimo anecdótico sin mayor comprobación.

Acabada la guerra, el coronel Gallego Álvarez forma una numerosa familia. Tiene seis hijos, María Antonia, María Luisa, Santiago, Narciso, José y Ramón. Treinta años después, el veterano de la independencia y sus hijos intervienen en acciones revolucionarias en contra del dictador Machado, al tiempo que acrecientan sus fincas, ya que la familia es una de las más potentes de Colón.

El 18 de julio de 1932, son detenidos en la finca La Paloma, de Los Arabos, propiedad del Gallego Álvarez, sus hijos José y Narciso Álvarez Rodríguez, de 30 y 28 años, respectivamente. Manda las fuerzas el teniente del Ejército Armando Vilches.

Se les acusa de exigir dinero y de robo en san José de los Ramos, lo que causa gran indignación en Los Arabos, ya que los Álvarez están muy bien considerados y poseen fincas de más de cien caballerías y seiscientas cabezas de ganado. Narciso era doctor en Cirugía Dental.

Son conducidos al Cuartel de la Guardia Rural de Colón y al presentarse al siguiente día Ramón en el cuartel a inquirir la causa de la detención de sus hermanos, también es recluido por el teniente Vilches.

Enterado el Gallego Álvarez, y temiendo que sean asesinados, gestiona su traslado al Castillo de San Severino, de Matanzas. Pero la noche del 25 se presenta en dicho castillo el teniente Vilches, según unos, o el teniente Valido, según otros, interesando del teniente Lavastida la entrega de los detenidos. Éste se niega alegando que tenían que traerle, por escrito, una orden superior. Los Álvarez son conducidos, esposados, a Colón, y de allí, siempre acompañados por Vilches y Valido, llegan a un lugar entre el pueblo de Agüica y Colón, en donde son bajados de la camioneta y conducidos a veinte metros de la carretera.

Entonces Vilches increpa a Ramón, el menor de los tres, para que les diga dónde tenían ocultas armas de fuego. Al contestarle que no tenía armas, Vilches ordena al sargento Morejón que monte el revólver y dispare si nuevamente Ramón se niega a declarar. El joven se reafirma en lo declarado y entonces el sargento realiza un disparo que le roza la cabeza, acribillándolo luego a balazos, disparando también sobre su cuerpo el cabo Vázquez.

Simultáneamente mueren también a balazos, los otros dos hermanos. Perpetrado el asesinato en la madrugada del 26, por la mañana son paseados por las calles de Colón los cadáveres de los hermanos. Al frente de la comitiva van el teniente Nardo y el cabo Vázquez, que gritan:

_ ¡Aquí traemos a estos bandoleros!

Según ellos, la muerte de los tres muchachos ocurre tras un enfrentamiento con el Ejército y la Policía. Nadie se lo cree.

Según denuncia el Gallego Álvarez, el asesinato de sus hijos lo ordena el general Alberto Herrera, mano derecha de Machado.

Josefa Filomena, saludadora de rabiosos e mulleres estériles

Martes, 17 de Mayo, 2022

A lucense publicítase mediante pasquíns que crava nas portas das igrexas e onde dá o seu domicilio

NON ESTARÍA COMPLETO o abano de lucenses sen a presenza dunha saludadora, que non é meiga, nin bruxa, nin adiviña, pero embauca como todas elas e que durante os séculos XIX e XX aínda se fan presentes en toda España para sacarlles os cartos ás familias máis crédulas e desgraciadas.

A saludadora nace, a diferenza do resto de meigas, que se fan. Polo menos iso é do que se gaban para dicir que o seu vén determinado por circunstancias máxicas superiores á súa propia vontade.

É saudador o sétimo fillo seguido do mesmo sexo dunha parella; quen chora no ventre materno e súa nai escoita o pranto sen comentalo; o maior de dous xemelgos; se nace coa bolsa amniótica, ou se chega a este mundo en Xoves ou Venres Santo, en Noiteboa ou o día da Encarnación.

O noso personaxe, Josefa Filomena Rodríguez (Lugo, 1837), é saludadora porque asegura nacer a Noiteboa do ano citado.

Cando Josefa rolda a corentena, outra muller que fai o seu agosto entre as familias pobres do barrio coruñés de Santa Lucía. Faise chamar Matilde e non podemos certificar que sexa ela mesma, ou a competencia, pero en calquera caso demostra que ese tipo de curandeira abunda.

A de Coruña bicou a perna de Eduardiño, un neno coxo, que saíu correndo e dando chimpos. Mágoa que aos catro días estea moito peor.

Coñecemos o suficiente de Josefa como para dedicarlle o cromo porque ela engade ás súas habelencias sanadoras unhas primitivas nocións de márketing que teñen deixado pegada.

Josefa Filomena axúdase de carteis que para máis inri, crava ás portas das igrexas, como Lutero, onde anuncia a súa presenza na zona. En 1879, catro anos despois da expulsión de Matilde do barrio coruñés, aparece un pasquín nunha igrexa lucense, cuxo contido será reproducido pola prensa madrileña a xeito de sátira política, con Silvela, o conde de Toreno, e varios ministros como protagonistas.

Nada ten que ver o un co outro, pero adivíñase que ao correspondente lle dá reparo falar da nota a secas, e o difraza dun asunto política para publicalo sen vergoña.

O texto, que está inzado de incorrecciones ortográficas e léxicas, encabézase cun “ Abiso ao Puvlico”. A muller explica o seu nacemento na data indicada para certificar os seus poderes cos que sanda varias clases de doenzas, así como chagas e mordedelas de animais velenosos e rabiosos, que é a gran especialidade do gremio, xa que neses momentos a medicina é impotente contra a rabia a falta de Pasteur.

Tamén se proclama de suma utilidade para converter en fértiles a aquelas mulleres desexosas de ter descendencia sen logralo. Para apontoalo con probas, o escrito recolle unha intervención súa en Vilagarcía _ supoñemos que, de Arousa _, onde sanda a unha muller despois de catorce partos en van, e hoxe é nai feliz.

O papel todo o aguanta e a credulidade dos seus lectores, tamén. Todo iso culmínase coa referencia á prensa, que en máis dunha ocasión eloxiou as súas fabulosas facultades. Iso dio tamén dos políticos sen necesidade de que sexa certo.

Mesmo da referencia do seu paradoiro, o cal demostra que a autoridade non pon demasiado interese na súa detención, porque o dato é coma se O Dioni deixa na furgoneta unha tarxeta con a súa localización en Brasil.

Vive na casa de Miguel Lemos da praza do Bo Jesús, “gunto ao mercado”. En realidade, a palabra Jesús non a escribe, se cadra por respecto.

Pardo Gómez, hacerse médico al lado de Marañón

Lunes, 16 de Mayo, 2022

Será concejal, diputado provincial y senador, a lo largo de una existencia que a punto está de llegar al siglo

DIEZ AÑOS ANTES de morir le hice una cumplida entrevista. Parte se publica en prensa, parte se emite en tv y la mayor permanece inédita. Fernando Pardo Gómez (Madrid, 1922) hablaba mucho y tenía buena memoria. Lástima que algunas de sus declaraciones no son reproducibles, de momento, pues debo respetar el off the record prometido.

Con ese bagaje no hay cromo que lo albergue. Veamos. Nace en Madrid, pero llega a San Ciprián a los dos años. Se había muerto el abuelo de su madre y sus dos hermanas no se ven con fuerzas para mantener los cinco barcos que poseen. De modo que convencen al matrimonio y se vienen con el pequeño.

De su primera enseñanza se encarga la recordada Sagrario Martínez, que lo mantiene con ella entre sus alumnas, mientras los niños son cosa de Emilio Ceide. Hasta hay por ello una denuncia, machista o feminista, según se vea. Lo examina de ingreso Rodríguez Labajo y cuando el catedrático veranea en ese puerto, le dice que podría haber hecho ingreso y 1º de tacada. Doña Sagrario desempeña bien su oficio.

Pasa luego a manos de Francisco Rivera con quien está tres años, pero el maestro no se compromete con el Latín de 4º, y Fernando debe ir a Santiago con los jesuitas. Los planes se complican porque la República los ha expulsado a Portugal y el niño se niega a marcharse fuera de España.

A estas alturas ya tiene en el cuerpo el gusanillo de la Medicina desde que el médico del pueblo, Antonio Soto, sobrino del párroco de Albeiros Luis Soto Camino, lo lleva en coche a ver enfermos. Y no porque a él le gusten los enfermos, sino los coches. “Es muy bonito atender a la gente. Después te vas a casa muy contento”, le dice Soto.

Con la República la familia se deshace de los barcos. Culpan a los sindicatos de actuar sin sentido contra los armadores. El último de ellos lo vende el propio Fernando, aunque el negocio le sale rana. “Nunca fui buen negociante”, reconoce.

Estudia Medicina en Santiago y finaliza la carrera después de la guerra. Su padre conoce al diputado por Viveiro José Soto Reguera y media por él para que trabaje en un hospital. Soto le dice que él es asesor jurídico de la casa Ibis y que los doctores Marañón y Hernando son los asesores médicos de Ibis.

La recomendación surte efecto y el resultado es un bombazo para cualquier médico recién licenciado, pues le dicen:

_ Mañana por la mañana vete al hospital y pregunta por don Gregorio Marañón.

Trabajará más de un lustro como médico asistente en el Instituto de Patología Médica dirigido por Marañón. El año 1951 se traslada a Lugo y aquí abre una consulta del aparato digestivo y endocrinología, que permanece activa en la actual Rúa do Teatro hasta sus últimos años.

Será concejal de la ciudad y diputado provincial. En 1982 forma parte de la candidatura de AP al Senado con Cacharro y Julio Ulloa. Es académico de la Real de Medicina de Galicia y preside el Colegio de Médicos de Lugo dieciséis años (1966-1982). También preside el C.D. Lugo y reconoce que en ese momento fuma algún habano por influencia de Eduardo García, “porque él sin puros no era nadie”.

Es autor de un libro de memorias y de otros tres, La navegación a vela en la Mariña lucense, Historia de la Medicina de Lugo y su provincia e Historia de San Ciprián.

Pardo Gómez se había casado con María Sánchez Pazos y juntos tuvieron siete hijos, Fernanda, Fernando, Felipe, Chus, María del Mar, Pilar y Margarita. Fallece en Lugo, el 13 de febrero de 2019, a los 96 años, una edad que le permite conocer a sus bisnietos.