Antón de Marcos, los orígenes de Gigante
Martes, 25 de Enero, 2022El sarriano, su padre Marcos y su tío Clemente sientan las bases del poderoso Grupo Fernández
LA MERA MENCIÓN a Antón de Marcos _ Antonio Fernández Fernández (Sarria, 1876) _, abre las puertas al relato de una gran historia que reúne las condiciones para ser una novela-río, que de tener como escenario Texas, podría titularse Gigante.
Su padre, sus hermanos, él, sus hijos Antonio, José, Manuel y Concepción Fernández López, así como las generaciones posteriores, son protagonistas de empresas e iniciativas cruciales en las historias de Lugo, Galicia y España.
Para demostrarlo basta la cita de algunas, como la Sociedad Española de Minas del Rif, los Mataderos de Mérida, Titania S.A. (1936), Zeltia (1939), el Colexio Fingoi (1940), Frilugo (1941), Transfesa (1943), Granxa de Barreiros (1948), Antibióticos S.A. (1949), Frigsa (1951), Cementos del Noroeste S.A. (1958), Pescanova (1960), Industrias Frigoríficas del Louro S.A. (1963), el Museo Provincial de Lugo o la propia Caja de Ahorros Provincial (1964).
De inmediato comprenderá el lector cuánta información va a quedar fuera de este espacio.
Antón de Marcos nace en el lugar de Barreiros, parroquia de Santa María de Ortoá. Su padre, Marcos Fernández González, había emigrado a Cuba, mientras uno de sus hermanos, Clemente Fernández González, consigue trabajo en una carnicería de la Puerta de Toledo madrileña. Con esa simple experiencia en el sector tablajero y un destacado sentido empresarial, inicia en 1883 el envío de ganado gallego para Madrid y Barcelona, financiado por el banquero ferrolano afincado en Lugo, Ramón Nicolás Soler.
El comienzo de las operaciones exige un añadido que daría épicas escenas en esa supuesta película del Gigante gallego. Como todavía no ha llegado el tren a Lugo, las reses son conducidas en manada desde Sarria hasta la estación leonesa de Toral de los Vados a lo largo de cuatro jornadas.
Luego, cuando la línea de negocio ya está establecida y Marcos regresa de Cuba, Clemente cambia de actividad y llega a ser consejero delegado de la Sociedad Española de Minas del Rif, diputado provincial de Madrid y consejero del Banco Mercantil e Industrial.
El transporte de ganado queda en manos de Marcos y a él le sucede Antón, uno de sus seis hijos, que consigue hacerse con un considerable capital. Ese será base de las futuras inversiones, así como del edificio de Eloy Maquieira que hoy existe en la esquina de Ángel Fernández Gómez y Campo Castelo, la casa de los Fernández, o también la de Radio Lugo.
El año 1931 Antonio fallece en accidente al regresar de la feria de Becerreá en su coche, conducido por su hijo Manuel. Nada más emprender la vuelta, en el lugar de Barraqueiro, parroquia de San Xosé do Cereixal, una vaca se cruza en el camino del automóvil y Manuel trata de evitarla con una arriesgada maniobra que unida al barrillo de la calzada, provoca la caída del vehículo por un terraplén de 50 metros.
La muerte de Antón se produce durante el traslado a Lugo y su hijo sufre heridas graves. Los otros dos acompañantes, Juan Pérez Rodríguez, exalcalde de Neira de Jusá (Baralla), y el ganadero José Ramón Díaz, de Nadela, se lesionan de pronóstico reservado. El coche queda totalmente destrozado.
Cuatro años después, sus hijos alquilan los Mataderos Cooperativos de Mérida y dan comienzo a la comercialización de la carne en conserva y congelada, de la que son proveedores únicos del ejército de Franco cuando se inicia la guerra, lo que redunda en la consolidación del patrimonio para su lanzamiento hacia otras iniciativas. Gigante no ha hecho más que comenzar.