Archivo de Enero, 2020

Gabriela Nieto, primera alcaldesa de la provincia

Viernes, 31 de Enero, 2020

Como maestra nacional en Rábade, participa en la concesión del título de Villa y preside la comisión municipal de 1933

A PRINCIPIOS DE 1967 la prensa presume de que España ya tiene su primera alcaldesa. Se llama María Teresa Ibarguchi Barrondo, y es la primera autoridad de Ubidea, en Vizcaya.

Aquello era una descomunal barbaridad histórica, como podían atestiguar miles de españoles que habían conocido en sus respectivos pueblos mujeres con el bastón de mando muy anteriores, así que la noticia arma una escandalera y comienzan a aparecer mujeres que ganan a María Teresa por varias décadas de diferencia.

Salvado el revoltijo inicial, se determina que la primera de los tiempos modernos ha sido Matilde Pérez Moyá, de Cuatrotondeta (Alicante), y la segunda, la pontevedresa Concepción Pérez Iglesias, en Portas.

La primera de la provincia lucense es Gabriela Nieto Chaín (Lugo, 1900), que ejerce en Rábade treinta y cuatro años antes que la pretendida pionera Ibarguchi.

El caso lucense se produce con motivo de la ley que organiza las comisiones gestoras municipales de 1933, donde se señala que han de estar constituidas por un funcionario del Estado, ella como maestra; un contribuyente, Nemesio González; y un obrero, Ramón López Docampo.

De entre ellos es elegida presidente Gabriela Nieto. El 27 de agosto de 1936, en compañía de otra treintena de maestros de la provincia, es convenientemente destituida de su cargo, pero la pica quedaba clavada en Flandes. En el momento de su nombramiento ya es la esposa de Desiderio Fole Sánchez, hermano de don Ánxel.

Tal como la describe su hija, Gaby Fole, es de ideas avanzadas, de derechas y sin afiliación política, al contrario que Desiderio, lo que no impide que reine la armonía en el matrimonio. Gaby, licenciada en Derecho el año 1956, reconocida pintora y autora del libro “Desiderio Fole, una familia represariada”, da buena prueba de la calidad de la pareja.

Gabriela es hija a su vez de Vicente Nieto y de Aurora Chaín Pallín, que pasa buena parte de su vida en la casa familiar de Fonmiña (A Pastoriza). Vicente es comerciante en Lugo hasta que fallece el año 1921.

Estudia Magisterio y es destinada a la escuela de O Cereixal, en Becerreá, allá por el año 1922, y si las cuentas no fallan, su segundo destino será ya el de Rábade.

En unos cursillos celebrados el año 1932 coinciden en la presentación de ejercicios tres mujeres bien conocidas en el ámbito de la enseñanza, Ana María Mújica, que será directora de la Escuela Normal, ocupada en un tema de matemáticas; Justa Datas Gutiérrez, que aborda el tema Compases y que será profesora Especial de Música, también en Magisterio, y Gabriela, que expone un tema sorprendente: “La impenetrabilidad de la materia”, con el que recibe efusivas felicitaciones.

Gabriela y los dos maestros de Rábade, Bautista Núñez Varela y Alfonso Fernández Vázquez, reciben años después un homenaje en agradecimiento por la labor desarrollada allí, sin que sea ningún tópico decirlo, pues realmente lo que ocurre en su escuela está en boca de todos los maestros de la provincia.

También se les reconoce de esa manera su participación en los trabajos para conseguir el título de Villa, otorgado precisamente a San Vicente de Rábade, el nombre de su padre.

Así mismo en el acto se recuerdan los nombres de los alcalde Ángel Penas Magdalena, Jesús Pardo Villamarín, Silvestre Fernández, Gabriela, Secundino Andrade, José Arcadio Vázquez, Benjamín Andrade, Pedro Piñeiro Varela, Ramón Pérez Candal y Alfonso María González Barrera.

En 1968, con motivo del Día del Maestro, el homenaje lo reciben ella y Dionisio Roca Castro.

Un galego na Royal Navy

Viernes, 31 de Enero, 2020

A foto máis coñecida de Cabanillas (Moneo Sanz)

Ramón Cabanillas, Moncho para os amigos, volve de Cuba o ano 1915 despois de pasar cinco na illa onde publica os seus primeiros poemarios, No desterro e Vento mareiro, este, semanas antes de partir cara a España en barco.

Non é o mellor momento para facer unha viaxe por mar con esa derrota. Estamos no segundo ano da Gran Guerra e calquera curruncho é trincheira como as do film 1917, aínda que sexa na metade do Atlántico.

Unhas luces que son sinais dirixen unha mensaje diante do barco no que viaxa Cabanillas. É unha orde de que deben deter a navegación. E así o fai o capitán, consciente de que o sinal provén dun buque militar.

É un acoirazado inglés que minutos despois xa está ao pairo deles. Unha lancha motora transporta varios oficiais e mariñeiros desde o acoirazado ao vapor e uns cantos soben para comprobar a documentación.

Os pasaxeiros _ Cabanillas entre eles _, observan desde cuberta o que acontece na oscuridade da noite coa luzada da Lúa.

Os mariñeiros que permanecen na lancha berran para que os viaxeiros lles guinden algo do seu tabaco:

_ Please, throw us some tobacco!

E algún destes fai o que pode para que caiga o paquete dentro da motora.

Nesas, de entre o balbordo de voces que dan as grazas, ou que piden máis cigarros, escóitase unha ben definida para a maioría dos pasaxeiros que pregunta en correcta lingua rosaliana:

_ Seica seguides para Vigo?

Un galego serve enrolado no exército británico! Non cabe outra explicación.

Naturalmente, sempre que Cabanillas relata aquel encontro na inmensidade do mar, reflexiona sobre o carácter de dispersión dos galegos con frases que algunha vez dixemos todos: “Por todas partes xorde un galego, cando menos se agarda, cando menos se pensa”.

Propias de Rey Barral

Jueves, 30 de Enero, 2020

Rey Barral co chapeu, por Pellicer

O mecánico coruñés Francisco Rey Barral, nomeado logo delegado de Traballo por Pedro Sangro y Ros de Olano, era un conversador tan fabuloso coma Cunqueiro, segundo lembra Fole.

Rey conta sucesos difíciles de crer, pero tamén os protagoniza. Durante unha época o home é acosado por un axente de seguros que quere venderlle unha póliza como sexa.

Desde a ventá da oficina o tipo ve que o axente está a piques de entrar, polo que Rey sae correndo a outro despacho:

_ Dille que non estou! _ ordena a un funcionario.

O da póliza entra, pregunta por Rey y recibe a contestación acordada. Entón bota unha ollada e descobre o seu chapeu pendurado do percheiro.

_ Como que non está? E logo non é ese o seu sombreiro?

O argumento é definitivo, porque Rey non sae sen el á rúa. Daquela escóitase a súa voz desde o despacho no que se agocha:

_ Non sexas burro, ho! Acaso non sabes que teño dous sombreiros?

-0-

Naqueles tempos os banquetes eran o acto social por excelencia. Aínda hoxe subsiste unha tendencia natural cara ao banquete, pero os de entón tiñan o engadido fixo dos discursos aos postres fose polo motivo que fose.

Por suposto, por unha razón ou outra, Rey Barral asiste a un banquete diario.

Farto de escoitar oradores que non teñen límite de tempo no uso da palabra _ algo así como a verborrea interminable nos premios Goya _, Rey Barral comenta aos seus amigos a necesidade de que todos os banquetes conten coa figura do cronometrador, un home que estaría sentado a carón dos que falan, dotado dun saco de perdigóns.

A medida que pase o tempo, ou que diga tonterías, o cronometrador énchelle os petos con chumbo, e cando leve neles cinco quilos, cae sentado.

Lorenzana, el decano de los abogados españoles vive en Chantada

Jueves, 30 de Enero, 2020

Sus 70 años de ejercicio profesional merecen la Cruz de San Raimundo de Peñafort, entregada tal día como hoy de 1967

FUE EL ABOGADO de las familias, como así lo conocen en Chantada. Ramiro Lorenzana Rodríguez (Chantada, 1873), se había ganado ese título porque una buena parte de sus clientes no son individuos, sino sagas. Hasta cuatro generaciones familiares atiende como abogado. Esto se debe a dos factores fundamentales. A su longevidad y al prestigio, buen hacer y buen carácter de don Ramiro, que se gana la confianza de sus clientes. Nadie quiere desprenderse de sus servicios y su despacho pasa de padres a hijos como una herencia más.

De su longevidad profesional y vital hablan dos datos elocuentes. Ramiro Lorenzana se licencia en Derecho el año 1896 con su compañero José Cividanes, y en 1965 todavía atiende pleitos de sus clientes. Es decir, la friolera de 69, redondeados en 70 años de ejercicio del Derecho, con temporadas como juez municipal y fiscal de Chantada.

Le habría gustado seguir los estudios para aspirar a otras encomiendas, pero las obligaciones familiares lo reclaman en su casa y después de muchos años, lo da por bien decidido.

Había sido alumno del mítico profesor Manuel Formoso Lamas, de cuya muerte se entera siendo ya licenciado y de regreso en Chantada. De las tierras chantadinas no se mueve en su vida, salvo para atender sus obligaciones como diputado provincial, cargo al que accede siendo tradicionalista, es decir, carlista, como su padre, Manuel Lorenzana, cristiano viejo hasta la médula, cabeza visible de un equipo de cuatro hijos abogados, el último de los cuales es Ramiro.

El padre es la figura a imitar. Un calco, dice sus vecinos que lo conocen, tanto en lo profesional, como en lo político como jefe del Carlismo en Galicia, un cargo que le cuesta el destierro a Portugal y la expropiación de sus cuantiosos bienes.

En sitio bien visible de su casa, Ramiro Lorenzana exhibe una fotografía tocado con la boina de requeté que no deja lugar a dudas sobre cómo respira políticamente, aunque eso no sea sinónimo de carcundia precisamente.

No es la boina lo que buscan los ladrones que entran en su bodega el año 1934 y que son detenidos poco después en San Fiz de Asma. Por curioso, hacemos recuento del botín logrado: Treinta pesetas, una máquina de afeitar, tabaco, novelas, cuatro cántaras de vino, una docena de chorizos, carne de cerdo y varias cosas más.

El abogado recupera casi todo. Hasta ahí podíamos llegar.

Don Ramiro repetía con orgullo que como juez sólo le habían revocado en una ocasión, como fiscal jamás le enmendaron un dictamen y como abogado nunca había perdido un caso. Quizás exagere un pelo el señor Lorenzana, especialmente en el tercer apartado, pero lo cierto es que el balance real se acerca mucho a su resumen.

También recordaba muy satisfecho cómo había desfilado por la Carrera de San Jerónimo de Madrid en compañía de los otros diputados de Lugo, tocados de levita y chistera, cuando alguien, desde un balcón, grita: ¡Viva Chantada!

Sus tarifas como abogado, repite con modestia, “pueden figurar en el manual de un moralista”. Vamos, que son asequibles y reducidas.

Cuando sobrepasa los 92 años de edad y todavía se deja oír en el foro, piden para él la Cruz de San Raimundo de Peñafort, que recibirá en Chantada tal día como hoy de año 1967, cuando ya ha cumplido los 84 y es el decano de los abogados españoles en ejercicio. El alcalde, José Regal; el decano del Colegio, Pedro González; el presidente de la Audiencia, del Valle Abad; el fiscal jefe, Rodríguez Magallanes, y muchos colegas le acompañan en los actos.

Un siglo de Regadío, el cura de O Mintireiro Verdadeiro

Miércoles, 29 de Enero, 2020

Eduardo Seijas Vázquez y Amando Losada Díaz alientan el nacimiento de tan peculiar publicación

HOY SE CUMPLE un siglo del nacimiento de José Regadío Vázquez (Monterroso, 1920), el sacerdote de O Mintireiro Verdadeiro. Regadío representa a don Camilo, el cura de pueblo, bonachón, argalleiro y escotolido que Giovannino Guareschi sitúa en Ponteratto. Para dar vida a Pepón, el alcalde comunista, su enemigo eterno, racionalista y ateo contumaz, tenemos a Fernando Pensado, que no es comunista ni ateo, sino todo lo contrario, pero es alcalde y se llevó fatal con Regadío. Por lo tanto, vale.

A finales de siglo XIX ya hubo un cura en Monterroso que se llamó José Regadío, con segundo apellido de Otero. Fue párroco de Novelúa, a ocho kilómetros de Bidouredo, donde nace este segundo, a quien conocen por o Xepe. Él no está llamado para el Seminario, pues es el mayor de diez hermanos, sin embargo, va y tras hacer la guerra como enfermero en el Guadalajara, sale de cura con destino a Sarria como coadjutor, donde tiene su primer contacto con el mundo de la imprenta.

El año 1951 es cuando lo vemos al frente de tres parroquias de Palas de Rei, a saber San Xoán de Laia, San Miguel de Quindimil y San Tomé de Filgueira, donde residirá. El nombre de las tres le va a servir para formar el acrónimo de la imprenta con la que diez años después de llegar alcanza su sueño: Lakinfil.

La imprenta se radica en la famosa Travesía do Peregrino de Palas, la que ataja la avenida de Compostela, y allí encuaderna, hace carteles, imprime tarjetas e incluso libros como las poesías de Teolindo Cortiñas Toural.

Regadío tiene fama de rojo y a tal título contribuye notablemente el hecho de haber citado a Marx en el transcurso de una inauguración a la que asiste el gobernador civil de la provincia lucense. No hemos localizado el acto, pero conociendo a Regadío no nos cabe la menor duda de su certeza. Y si no, que se lo pregunten a O Mintireiro Verdadeiro, el calendario agrícola anual que él crea al comienzo de la década de los sesenta, José Regadío Vázquez / El astrólogo para ejercer de astrólogo como el Gran Piscator que fue Torres Villarroel y del que vende hasta 15.000 ejemplares.

Por esos años entra en crisis O Gaiteiro de Lugo, que es su antecedente inmediato. La culpa de todo ello en términos intelectuales, y se supone que en parte, también económicos, la tiene el Senado que se reúne en Palas de la mano del erudito boticario Eduardo Seijas Vázquez, alias O Tronas, del abogado Amando Losada Díaz, alias Doutor Alodi, y del propio Regadío. A él acuden entre otros, Roberto Ouro, Manuel Cordeiro, Celestino Pardo y Constantino Grandío, además de elementos juveniles como Amando Losada Losada, deseosos de escuchar el rico léxico del boticario, aunque solo sean unos minutos. Seijas fue coautor con Amando Losada de la guía El camino de Santiago en la provincia de Lugo, de varios manuales de heráldica gallega, del mapa hidrológico y de otros estudios sobre la flora autóctona, todo lo cual lo encumbra y certifica como un pozo de ciencia. Hay que imaginar una tarde de tertulia. Contra los cristales caen con fuerza los goterones de la lluvia. Seijas comenta «A chaparrada estarabouza o vidriame. Deberiamos facer algo escotolido pra axudar aos labregos».

Y a partir de un hecho tan simple, o algo semejante, nace O Mintireiro Verdadeiro, una mezcla de los tres saberes allí reunidos que será «chusqueiro, escotolido, galego-castelán, profético, enxebre, noticioso, artimañeiro e tamén barato», sin ánimo de agotar los adjetivos, pues le encajan algunos más.

Dous fotógrafos

Miércoles, 29 de Enero, 2020

Unha novela de Solá

O fotógrafo Ksado, ou sexa, Luis Casado Fernández, é autor de moitas imaxes de Galicia na primeira metade do século XX.

Aínda que nado en Ávila, pasa toda a súa vida profesional en Ourense, Santiago e Vigo. Sendo veciño desta última cidade, un día ten que viaxar a Madrid.

Contan os que foron testemuñas da súa marcha na estación do ferrocarril que o fotógrafo leva dúas maletas. Nunha tiña pegado un cartel que puña: “Ksado. Hotel Palace. Madrid”, e na outra, un papel do mesmo tamaño onde se lía: “Id. Id. Id”.

-0-

O xornalista vigués Jaime Solá é lembrado especialmente polos trinta anos nos que foi director de Vida Gallega, antes de que Xosé Iglesias Presa se fixera con ela e a trasladara a Lugo.

Durante ese tempo Solá escribe e fai fotografías alí onde vaia. Moitas delas están publicadas na citada cabeceira. Para conseguilas ármase de cámara e trípode, imprecindible naqueles tempos para facer unha boa instantánea. O seu trípode viaxa no seu correspondente estuche negro, o máis reducido posible.

Unha tarde Solá pasea co seu instrumental por unha cidade de América cando observa que dúas persoas apuran o paso para achegarse onde camiña el. Nun principio Solá tamén apreta a marcha, por se as moscas, pero finalmente para e deixa que lle den alcance, porque non teñen pinta sospeitosa, máis ben todo o contrario.

Cando xa están a poucos metros, observa que eles tamén se paran, e entón a curiosidade fai que lles pregunte:

_ Desexan algo?

_ Nada. Seguirlle os pasos.

_ A min? Por que?

_ É que ímos ao concerto e non sabemos onde é. Pero con seguir o camiño do frautista, non temos perda.

Solá comprende a confusión e trata de remediala.

_ Síntoo, pero non é unha frauta. É o meu trípode.

Franco pescado

Martes, 28 de Enero, 2020

Pescando ou pescado

A terceira parte dos contos sobre Franco son falsos, outro tercio son interesados polo seu aparato de propaganda e queda outro tanto para os auténticos.

O que vén de seguido ten de todo.

A xente di que o redactor de El Progreso, Juan María Gallego Tato, é chamado a declarar polo Xulgado no expediente aberto contra el por publicar unha información titulada “Yo vi pescar a Franco”, en contra da tese oficial de corrección lingüística que manda poñer “Yo vi a Franco pescando”. O propio Hortas vaino recoller nun dos seus libros.

Segundo eses comentarios, o titular de Gallego Tato suxire ao lector que Franco pode “ter sido pescado” por alguén. Algo así como o “durmido” e o “durmindo” de Cela.

Non hai tal. A información a que fai referencia todo o anterior titulouse “He visto a Franco pescar en Asturias”, e aparece asinada por un misterioso V.M. nas páxinas de La Vanguardia o 5 de abril de 1964.

O realmente curioso do caso é que tanto La Vanguardia como El Progreso publican esa crónica espontánea e case anónima, o mesmo domingo de abril, cunha pequena modificación, xa que en Lugo o título foi “Yo he visto pescar a Franco”.

Daquela, cando o xefe do Estado ten cumpridos os 71 anos, moitos comentan que xa non vai ao río, que só baixa cinco minutos. Posa para as fotos do retratista oficial, Campúa, e volve ao Parador de Ribadeo.

Pola contra, V.M. asegura que en Ribadeo saben que pasa dez horas metido no Eo. Pero a crónica da que falamos ben pode ser falsa, é dicir, non porque Franco non estea ese tempo no río, senón porque V.M. non é un espontáneo admirador. Son os servizos de prensa de S.E., que a envían aos dous xornais sen agardar que un a publique e outro a recolla. É dicir, ao contrario do rumor contra Tato.

Cao, un genio de la caricatura argentina salido de Sargadelos

Martes, 28 de Enero, 2020

Muere el 25 de enero de 1918 dejando una obra inmensa en su especialidad

LOS ATENTADOS CONTRA El Papus, el más reciente contra Charlie Hebdó, o las amenazas contra los caricaturistas de Mohama tienen un significativo antecedente en el ataque que sufre José María Cao (Cervo, 1862), recién llegado a Argentina, donde desarrolla un trabajo que lo lleva a figurar entre los grandes maestros mundiales de este arte.

El general Alberto Capdevila accede a la jefatura policial de Buenos Aires y los demoledores retratos que le dedica José María no son las flores que el militar quiere ver arrojadas a su paso, sino todo lo contrario. El general trata de ajustar cuentas enviándole dos sicarios, pero José María, sin que se sepan con exactitud las circunstancias del ataque, sale ileso.

En realidad toda la vida creativa de Cao está jalonada de episodios similares, de encontronazos con el poder que inútilmente intenta apagar sus lápices y pinceles, de los que arranca caricaturas en las que se destaca la calidad de una obra que hace escuela y que influye en otros muchos artistas de todo el mundo, como es el caso del propio Castelao.

Así no es de extrañar que a la hora de su muerte periódicos como La Nación se inclinen a valorarlo más por la crítica al poder, que por el indudable arte de sus obras, lo cual tampoco es del todo justo:

_ En J.M.C. había siempre, más o menos patente, la preocupación social y un anhelo progresista: vale decir, hacía una sociedad y un mundo mejor en cuanto salía de sus manos. Y por eso fustigaba riendo como Juvenal, a los obreros de las iniquidades del presente, a las falsas grandezas, a los infatuados y vacíos, a muchos ´grandes` políticos de Europa y de América, que por veces se vengaron de él… llevándole a la cárcel.

Manuel Mayol nos ofrece de él un retrato rápido, pero muy completo: “Cao fue de todo: poeta, comediógrafo, excelente prosista, dibujante, músico, pedagogo… Socialista, anarquista, aristócrata, masón, indiferente, crédulo, escéptico, contradictorio y por encima de todo un pensador profundo y un ironista formidable. Una enciclopedia viva y serena, que derrochó cuanto tuvo y no quiso guardar nada para sí. En una palabra, Cao fue un caos”.

Pongamos en orden su biografía: 1862. Nace el 13-XII en Vila de Suso (Santa María de Cervo). Es hijo de Francisca Luaces y Luis Cao Fernández, empleado público y artesano ceramista. 1863. Se trasladan a Valladolid, Sevilla y Lisboa. 1869. Regresan a Cervo. Luis Cao trabaja en Sargadelos, donde seis años más tarde su hijo demuestra sus aptitudes para el dibujo. 1877. Cierra Sargadelos y los Cao se van a Gijón. 1879. En Madrid publica en La Ilustración Gallega y Asturiana. 1880. Dirige el taller de decorados de una fábrica de porcelana y vidrios de A Coruña. Estudia Magisterio y Comercio. Se casa con Elvira Blanco. 1886. Emigra a Buenos Aires. Semanario Don Quijote, de Eduardo Sojo. 1887. Sufre el atentado de Capdevila. 1891. Arrestado por dibujos en contra del gobierno. 1892. Detenido por una caricatura del general Nicolás Levalle, ministro de Guerra. Funda El Eco de Galicia, que transfiere al lucense Manuel Castro López. 1893. Se prohíbe Don Quijote. 1894. Una caricatura lo lleva a la cárcel por desacato. 1898. Caras y Caretas. 1899. Dibuja para El Arlequín. Orfeón Gallego. 1902. Dirige el suplemento cultural de La Nación. 1905. Conoce a María De Domenici, con quien tiene seis hijos. 1906. Dibujante principal de Caras y Caretas. 1907. Logia Combes Nº 215, de Lanús. 1912. Deja Caras y Caretas y funda Fray Mocho. 1917. Funda y dirige la Revista Popular. 1918. El 27 de enero muere en Lanús.

Noriega e Kurt Cobian

Lunes, 27 de Enero, 2020

Cándida Fernández Noriega (esquerda) e unha amiga portuguesa

Durante anos Antón Noriega Varela mantén co norte portugués unha relación intensa e fraternal, tanto pola súa amizade con Otero Pedrayo, como polo seu admirado poeta Teixeira de Pascoaes, a quen visita en Amarante.

A escola de Trasalba, onde Noriega dá aulas, está presidida por un retrato do vate portugués cos aditamentos indumentarios dos estudantes de Coimbra, cando din que é coñecido como O Teixeriña de Pascoaes.

Precisamente en Coimbra ofrecen un banquete a Noriega e a súa filla Cándida. Logo dos abondosos discursos dos organizadores, cheos de frases pomposas, con gabanzas inesgotables e méritos superlativos, moi ao estilo da terra, toma a palabra Noriega e di a súa filla:

_ Candidiña, eu non sei como corresponder a tantas atencións, a tantas louvanzas, como estes excelentísimos señores dedicaron ao seu humilde servidor. Pero temos que facer algo… Si, imos cantarlles a dúo o valse das olas.

E á orde do pai, os dous arrancan cos versos do mexicano Juventino Rosas, para asombro dos comensais:

_ Sobre las olas un barco va / Sobre las olas un barco va…

Un dato para os fans. O valse das olas, de título orixinal Sobre las olas, foi interpretado por The Latin Brothers… con Kurt Cobian nos timbais!

-0-

O sabio compostelán José Rodríguez Carracido, pai da bioquímica española, era unha auténtica eminencia, pero non en todos os eidos.

Cando remata o XIX, superado o seu ecuador vital, matina que daría un bo deputado polo distrito da súa cidade natal e pídelle axuda a Cánovas del Castillo, de quen obtén esta resposta:

_ Vostede quere dicir que lle gustaría ser deputado por Santiago de Cuba, porque por Santiago de Compostela, o deputado é don Eugenio Montero Ríos…

Como dicindo, toleou, señor Carracido?

Carmiña Yáñez, la primera Miss Lugo

Lunes, 27 de Enero, 2020

En enero de 1933 la eligen los socios del Círculo para competir en el certamen que organiza Luis Montiel

EN ENERO DE 1933, El Pueblo Gallego se pone en contacto con el Círculo das Artes de Lugo para rogarle una complicada encomienda. El diario vigués se ha comprometido con Luis Montiel, propietario del periódico Ahora, para lograr en breve plazo una Miss Galicia que nos represente en el certamen Miss España, nacido cuatro años antes como Señorita España.

Es una iniciativa de cohesión nacional frente a quienes pretenden que el certamen se llame Miss República, algo absurdo porque en todo caso habría otros doscientos títulos iguales de otros tantos países, lo cual demuestra que burros hubo siempre.

La fase final será en Madrid el 14 de febrero, quizá para encomendarse a San Valentín. Estamos a mediados de enero y el reto parece difícil. El Círculo está en un brete, pero su animoso presidente, José Lomas Díaz, desea pronunciar pronto la misma frase que Torcuato Fernández Miranda años más tarde, “estoy en condiciones de dar al Rey lo que el Rey me pide”.

Bueno, en este caso no es el Rey, sino Montiel. Lomas pide árnica a El Progreso y le transmite su inquietud. El 20 de enero de ese año el diario lucense informa del objetivo: dar con la muchacha más guapa de Lugo y hacerlo a la velocidad de la luz. La noticia está en boca de todos, máxime después de saber que la elección debe celebrarse cuatro días más tarde, sin margen para grandes preparativos.

Las bases son sencillas. Ser gallega, mayor de 17 años y menor de 26, frecuentar el Círculo y comprometerse a defender la belleza lucense en Vigo unas horas más tarde. Los sobres para poder votar se entregan en la sociedad y deberán presentarse antes de las nueve de la tarde del 23. El 24, a eso de las siete, el Salón de Columnas será el escenario para el escrutinio y la proclamación.

Feliciano Canto pide más tiempo para observar a las mozas sin ser tachado de mirón, pero no ha lugar. Usted vote y arree. Llega el día. La emoción es enorme. Han votado 276 socios y van a conocerse los resultados: Carmiña Yáñez, 104 votos y Angelines López Núñez, 67. Detrás de ellas, Lolita y Carmen Garmendia, Milagros Ruiz, Adelita Santiago Naya, Sarita Ríos, Maruja Fernández Marbán, Celsa Revaldería, Monserrat Fugarolas Real, Maruja Herrero, Gloria Cedrón del Valle, Maruja Yáñez Gómez, Mercedes Casas, Esther Fernández Marbán, Silvia Díaz-Requeijo, Felisa Díaz Moreno, Marita Rodríguez Vidal, Carmen Ferreiro, Maruja Marbán, Aurora Martínez Yañez, Pilar Álvarez Vázquez, Manolita Doel, Carmen Piñeiro, Julia Pérez del Hierro, Rosita Gallego, Mari Elena Gasalla, Aurorita Martínez, Sonsita Varela y Pilar López. ¡Carmiña Yáñez, proclamada Miss Lugo!, dice José Lomas con voz potente. Ha sido todo tan apurado que los propios organizadores no se ven legitimados para llamar Miss Lugo a la ganadora y se guardan las espaldas concediéndole el título de Miss Círculo de las Artes.

En sus primeras declaraciones, Carmiña, hija del comandante de Infantería Juan Yáñez, ya en la reserva, pone firmes a sus admiradores, pues declara que no está decidida a presentarse en la semifinal de Vigo. ¿Pero cómo dice ahora eso? ¿No era condición sine qua non?

Aún así, Lugo participa en aquella primera elección autonómica de soslayo, pues la vencedora, Emilia Docet reside seis años entre murallas, de 1940 a 1945.

Emilia se casa en el 40 con Francisco Novoa Ortiz, cuyo primer destino es la Jefatura de Obras Públicas lucense, y Carmiña, con el funcionario de la Delegación de Hacienda Rafael Alonso.