Lodeiro, el músico culé
Viernes, 29 de Noviembre, 2019Hace hoy cinco años se volvía a escuchar el primer himno del Barça, escrito por este músico de Mondoñedo
LA RÚA MOSCAS está en Os Muíños, muy cerca del Pasamento. Cuando aún faltan tres décadas para acabar el XIX corre por ella un chaval al que su familia encauza hacia la carpintería.
Se llama José Antonio Lodeiro Piñeiroá (Mondoñedo, 1868) y se supone que el oficio en el que se le instruye es también el de su padre, Benito Lodeiro, o el de alguno de sus abuelos, José Lodeiro, que es vecino de Santo André de Masma, o Ramón Piñeiroa, que hace por la vida un poco más lejos, en San Xoán de Vilaronte, ya en tierras de Foz.
Pero el chiquillo está destinado a tocar otras maderas, las que se utilizan para las batutas. Los responsables de tan brusco cambio de dirección son su tocayo José Antonio Ramos Gasalla, llamado o Refaixeiro, de quien da noticia Andrés García Doural, y Hermenegildo Mancebo, que dirige la banda de Mondoñedo y que lo convierte en clarinetista.
Dentro del abanico de posibilidades, una banda militar parece un lugar adecuado para sobrevivir y prosperar. Lodeiro deja Mondoñedo y se integra en el Regimiento de Murcia, de guarnición en Lugo. Luego consigue aprobar los ejercicios como músico de segunda y en tales condiciones cambia de residencia para residir sucesivamente en Gerona, Figueras y Barcelona, dentro de los regimientos Asia y Alcántara.
Y al tiempo que se consolida en su trabajo, envía a Mondoñedo piezas que le reclaman o que él idea, como la del Corpus Christi, o composiciones de gaita para Os Pacheco, o para otras formaciones, como la de Ortigueira.
Pero su anécdota vital ocurre en 1910, el año en el que el Foot-ball Club Barcelona gana las tres competiciones en las que está inscrito. Dicho en argot actual es el primer triplete, aunque en 1910 nada de tripletes se habla.
El Barça que preside el alemán Otto Gmelin acaba de ganar el Campeonato de Cataluña, la Copa de los Pirineos Orientales y el Campeonato de España 1909-1910. Los tres triunfos, nunca antes conquistados, merecen la creación de un himno, que al mismo tiempo será el primero de un club de fútbol español.
El 17 de julio de 1910 va a disputarse un encuentro en el campo que el club tiene en la calle de la Industria, donde también habrá atletismo para festejar la magnífica temporada. Se ha dispuesto que se enfrenten los jugadores del primer equipo del Barça contra los del segundo, para que todo quede en casa. Los veintidós convocados oyen por primera vez el Foot-ball Club-Barcelona Himno Marcha, así bautizado por su compositor.
Como decíamos, tanto el concepto del triplete como el propio estreno del himno son incorporaciones posteriores, pues los lectores de La Vanguardia del día siguiente apenas se enteran de nada de eso, ya que lo destacado por el periodista es que ha sido una tarde de mucho calor. No obstante, el hecho concreto es que el himno se estrena con la banda militar formada en el centro del campo y que es coreado “con los típicos hurras”.
El 21 de septiembre de 1915, la junta directiva del Barcelona decide imprimir la partitura de Lodeiro y repartirla entre los aficionados en partidos especiales. Éste de Lodeiro con letra de José Albert estará vigente hasta el 25 de febrero de 1923. Luego se pierde.
El causante del redescubrimiento es Xabier Andrés Garrote, vecino de Ortigueira, que encuentra una partitura manuscrita para piano entre los papeles de su padre, un hombre que ha formado parte de la escuela de gaitas de aquella localidad.
El 28 de noviembre de 2014, en el Museo del Barça, y el 5 de agosto de 2017, en Mondoñedo, el himno de 1910 vuelve a sonar en homenaje a su compositor.