Archivo de Febrero, 2015

Iglesias, don Prudencio

Sábado, 28 de Febrero, 2015

Don Prudencio, en la portada de uno de sus tremendos libros

Prudencio Iglesias Hermida fue un escritor y periodista de orígenes lucenses que hizo crónica y crítica literaria en los albores del pasado siglo. Como buen tremendista, no sabía expresar una opinión sin salpicarla de algún rasgo violento, ya fuese hacia el autor comentado, ya hacia él mismo: “Esa pistola no te sirve para nada si no es para matarme”. “Preferiría un tiro por la espalda antes de que a un hijo mío le gustase Martínez Sierra”.

Así era la vida de don Prudencio, imprudente y desafiante. Claro que no era el único que se expresaba así. Andaban todo el día a la greña y hasta se mataban de verdad, como Vidal i Planas a Olmet.

Me acuerdo de Prudencio Iglesias, no solo por el apellido, cuando leo que Willy Toledo le promete a su hijo “dos hostias que le arranco la oreja”, si le sale de Podemos.

Salvo error o confusión, Toledo todavía no tiene descendencia, gracias a lo cual se garantiza que la amenaza está lejos de cumplirse, e incluso, que llegue algún día en que el hombre se vea impelido a realizar tamaña pedagogía de desorejamiento paternofilial.

Y menos mal que lo dice Toledo, porque en su boca, como en la de Prudencio y en la del resto de tremendistas, estas amenazas de abuso de autoridad, se toman a título de inventario. Si lo dice, pongamos, Carlos Floriano, que además de ser del PP, tiene dos hijas, se monta la picota en Sol y lo brasean con gas natural a lo yihadista.

No parece que vaya a ser necesaria la hostiferación, a poco que el niño o niña le salga a Toledo con dos dedos de frente, porque el líder de la formación, el homónimo de don Prudencio, a cada paso que da, y mira que solo lleva dos telediarios, demuestra con paso firme y sin arrugas que ni es la solución de nada, ni semejante arrogancia cabe por una puerta convencional, pues tropieza sin remedio con el dintel y las jambas.

Esas madres españolas

Viernes, 27 de Febrero, 2015

La clave en la mano izquierda

Antes, cuando no había tablet, se entregaban a los brazos de Morfeo, procurando no roncar para no despertar al de al lado. Era una señal de tranquilidad parlamentaria.

Incluso se dedicaron a actividades más creativas. Con los dibujos preciosistas que Carrero Blanco plasma sobre los folios timbrados del Consejo de Ministros se haría una exposición sin desdoro. Franco lo sabía y jamás se lo echó en cara porque todo estaba en su orden y concierto. Era una señal de tranquilidad gubernativa.

Después se pilló a Revilla, muy feliz y entusiasmado, revisando las prietas curvas de una zagala nudista, un paisaje relajante, candoroso y hedonista. Era una señal de tranquilidad de conciencia.

Ahora ha sido doña Celia, Villalobos y arriolista, que a espaldas de su jefe junta con un dedo caramelos. Candy Crush se llama el invento, media España lo practica. Mala defensa ha tenido negarlo en primera instancia. Estas cosas son así, hay que estar muy orgulloso, ya lo dice el hombre-orquesta. Presido el Congreso, oigo al jefe, juego al Candy y con la mano que me sobra, mis queridas señorías, cojo puntos a las medias que las tengo muy corridas.

Que se chinchen los pobrecitos, compañeros de fatigas, que solo una cosa hacen y a veces, hasta mal les sale. ¿No lo dice un estudio muy sesudo de la británica universidad de Hertfordshire? ¡Pues entonces!

Mi amigo Eduardo, hijo de la escritora Josefina López de Serantes y nieto de lucense, me cuenta que su madre preparaba la cena, cuidaba de la camada y escribía una novela, todo al mismo tiempo. Y no vigilaba también la dársena coruñesa porque había que salir fuera. Esas madres españolas han salvado dos o tres guerras, de modo que Pedro Arriola puede estar muy satisfecho, pues seguro que en llegando a casa, está la sopa caliente.

Macro y Micro

Jueves, 26 de Febrero, 2015

Tampoco hace falta ser Smith para decirlo

Uno de los argumentos que se esgrimen con mayor soltura en debates y similares es el de la macroeconomía, dicho así en corto.

Lo habrán oído mil veces, pronunciado con aire repollo: “Una cosa es la macro y otra la micro”. Uf. Qué descubrimiento. Descansa y tómate lo que quieras. A poder ser, algo que tenga fósforo.

Es de uso corriente entre la oposición, pues creen quienes lo utilizan que de esa forma desbaratan cualquier atisbo de euforia que el gobernante de turno exhiba a favor de la recuperación económica, haciéndole saber que no basta aumentar las exportaciones y bajar la prima de riesgo por debajo de los cien, sino que también tiene que entrar dinero en casa de los Zutánez.

Lógico y natural. Hay sociedades africanas con altos índices de hambruna cuyos presidentes, reyes o jefezuelos disfrutan de jacuzzis con grifería de oro, e incluso que no presentan malas cifras en la balanza de pagos. Ese ejemplo y otros similares no impiden que un gobernante pueda presumir de mejorar su macro.

Si volvemos el argumento a la inversa veríamos que en épocas de inefable recuerdo, mientras la microeconomía de los españoles se mantenía en unos niveles de vacas obesas, la macroeconomía amenazaba con despeñarse hasta terrenos de Cioran en las cimas de la desesperación.

Habría sido cosa de decirle al gobernante: Los españoles tenemos una microecnomía muy boyante, pero nos vamos a llevar un tortazo impresionante.

Porque hora es de afirmarlo. Sí, señores, la macro y la micro están relacionadas, y salvo en casos donde los jacuzzis de oro interrumpen el flujo entre ambas, los buenos datos de la primera son excelentes augurios para la segunda.

Y si no es así, que baje Adam Smith a explicarlo.

Algo excelso

Miércoles, 25 de Febrero, 2015

¡Milagro! Google se acuerda de Rosalía

Sí, los cánticos de los béticos, perléticos, palambréticos contra la novia agredida por uno de sus jugadores, son propios de borricos patéticos. No hace falta someterlos a la prueba del carbono 14 para descubrir en ellos la esencia más miserable de la condición humana en burdo cóctel con banderías futboleras camufladas de afición.

Pero si tenemos en cuenta que al mismo tiempo en Solsona se convocaba a los ciudadanos, bajo apariencia carnavalera, para que acudiesen a matar españoles “en un ambiente festivo, pacífico y familiar”, los aficionados del Betis ganan muchos puntos y hasta parecen recién licenciados en un curso de buen comportamiento ciudadano dirigido por Fernando Savater.

Goya creía que el sueño de la razón produce monstruos porque no vivió en el siglo XXI. De hacerlo, su obra habría sido mucho más desgarradora y nos estaría enseñando a comprender que la sinrazón no solo también los produce, sino que los subvenciona.

Al lado de los indignos comportamientos individuales que a todos escandalizan, éstas y otras gansadas que se repiten entre las risas y la algarabía del respetable son tanto o más desazonadoras.

Mas habla de que los españoles le hemos partido las piernas a la identidad catalana cuando él y su padre político la han dejado en los huesos y se los chupan a diario por si algo de sustancia quedase todavía. Ferrusola viaja a Andorra para hacer esquí y su marido, montañista avezado, sube las más emblemáticas cumbres catalanas por si allí quedase algún euro que apañar, pero Mas apunta a las piernas y Solsona dispara.

Los béticos cantan barbaridades y el Ebro guarda silencio. Menos mal que Google recuerda a Rosalía de Castro en el 178º aniversario de su nacimiento. Algo excelso que contar.

El holocausto servido

Martes, 24 de Febrero, 2015

Línea directa con los campos de exterminio

Hitler tuvo la precaución, la vergüenza o la simple estrategia de mantener ocultos los hornos crematorios donde cocinaba la solución final, el exterminio de judíos, gitanos, enfermos, tullidos y homosexuales. Stalin tampoco presumía del genocidio ucraniano, aunque sí llegó a calificarlo de mal necesario.

Así se asistió a la desaparición de ambos personajes sin que muchos alemanes o rusos supiesen lo que ocurría a unos kilómetros de sus casas.

Las muestras del genocidio racista, ideológico y religioso que ejecutan los bandoleros que dicen llamarse estado islámico, como los asesinatos de ETA o los de la Mafia, incluyen, a diferencia de los campos de exterminio, el notorio afán de publicidad.

Ningún periodista podrá presumir de haberse hecho con las imágenes de las atrocidades, porque sus autores nos las sirven con gran lujo de medios técnicos y calidad broadcast; cabezas calientes, grúas y fundidos. Es más, somos los receptores de esos macabros mensajes quienes los censuramos para que no los vean los niños, o para no verlos nosotros mismos, no vaya a ser que adquiramos una conciencia desmedida del espanto.

El caso es que el día de mañana nadie podrá decir, como se hizo con los nazis, que yo no sabía nada, que parecían buenos chicos, quizás algo exaltados, buenos vecinos, buenos esposos, el espejo en quien mirarnos, el futuro que queremos, el non plus ultra de la cultura, la Biblia en verso del feminismo, la igualdad y la elegancia.

No lo vamos a poder decir porque ya sabemos ahora que no es así. Y cuando llega la hora de demostrarlo, nos la cogemos con papelillos de fumar y el voto parlamentario se desparrama. Somos más demócratas que donde la hacen y podrán ponernos en el epitafio: Murió sabiendo que lo mataban, a él y a todos los de su banda.

Los Oscar

Lunes, 23 de Febrero, 2015

Muchos candidatos

Si alguien se merece esta noche el Oscar a la mejor música, ése es Alexis Tsipras, compositor e intérprete de la banda sonora que encandiló a los griegos haciéndoles creer en un mundo de magia y fantasía, el mundo de la deuda menguante y de la troika amenazante. Muy merecido.

Los finalistas al mejor montaje son: Fran, el pequeño Nicolás, por El reportero Tribulete, que hasta en el retrete se mete; Francisco Granados, por Belle de nuit; Tania Sánchez, por Los Soprano y Nicolás Maduro por Exprópiese (La saga II). La decisión va ser difícil de tomar.

Sin embargo, el premio al mejor guión adaptado tiene un claro vencedor en la persona de Juan Carlos Monedero, que ha logrado el taquillazo del año con El Informe Pelícano, donde conjuga a la perfección la intriga de una buena peli y la obtención de una buena pela.

En el capítulo de actores detacan trabajos muy sobresalientes, como el de Artur Mas, que hace todo un papelón al frente de El robobo de la jojoya, la apasionante historia de un pueblo que es robado durante siglos hasta que descubren que eran ellos mismos. Le disputan la estatuilla Mariano Rajoy, en Dos Mujeres, la lucha de un hombre atrapado entre las promesas que le hizo a su madre en el programa electoral, y Angela Merkel; y Pedro Sánchez, por Durmiendo con su enemigo, un vecino con dificultades para dormir porque no sabe quién le va a hacer la cama.

El de ellas está entre la juez Alaya, por No sin mi maleta; Cristina Pedroche, por Desnuda frente al mundo, y Marta Ferrusola, por Todos eran mis hijos, adaptación libérrima de Arthur Miller i Mas.

Precisamente será su marido el encargado de recoger el Oscar honorífico por Toda una vida, el genial intérprete de tantas y tantas historias hilarantes como Toma el dinero y corre a Liechtenstein.

La espada de Alejandro

Lunes, 23 de Febrero, 2015

Tsipras, en el acto de la espada con los chinos

Oyendo a Tsipras, oyendo a Varoufakis, el público tiene la sensación de que ambos regresan triunfantes de un campo de batalla donde han impuesto una por una todas las propuestas lanzadas durante la campaña electoral y los primeros días de gobierno.

Ocurre ese fenómeno porque ciertamente los dos personajes demuestran que son muy aprendidos _ giro local _, en el arte de la simulación, pues todo el éxito del que hoy presumen en su relación con Europa pasa por una serie de compromisos que en nada se parecen a su anterior discurso.

A saber, pasa por la lista de tareas a presentar este lunes conteniendo las líneas maestras de su inmediata política económica a realizar en pos de la austeridad y la recuperación _ vulgo, recortes _, que debe ser aprobada y admitida fuera de Atenas; por el pago íntegro de la deuda en el plazo y condiciones establecidas, y por la renuncia a adoptar cualquier medida unilateral que contradiga el espíritu y la dirección del objetivo a cumplir.

Si eso es el plan electoral de Syriza, que baje Zeus y nos los explique. Como también debería explicar Tsipras qué quería simbolizar cuando anteayer mismo le regaló a un representante chino la reproducción de la espada de Alejandro Magno, aquélla con la que el general macedonio corta el nudo gordiano, dando paso a un caudal de simbolismos que se prolonga hasta hoy mismo. ¿Quería que China le cortase su propio nudo gordiano de la gobernación?

Los españoles deberíamos saber mucho de esto porque teníamos los cordones del nudo ya cortados en nuestro escudo, pero vino el papanatismo y los eliminó. Es curioso que Syriza, en estos momentos difíciles, reivindique el símbolo y se lo entregue a los chinos. Quizás por eso Merkel, al enterarse, mantuvo una conversación de 50 minutos con el griego y acto seguido se anunció el acuerdo.

El canalillo de la Mancha

Sábado, 21 de Febrero, 2015

Talegón entrevistada

De verdad, esto no va ni contra Podemos, ni contra Irán, ni contra el PP, que gobierna y lo consiente. Esto va contra el multiculturalismo entendido al paleto modo, que suele ser el modo de entender lo que nadie entiende.

El acontecimiento que lo motiva, por si a usted le pilla despistado, es breve y se enuncia en dos patadas. Escenario: Plató de La Tuerka, programa creado por Pablo Iglesias al calor del dinero iraní, que es tan rico y sobrosón como el venezolano o más. Protagonistas: Beatriz Talegón, antaño látigo de conciencias socialistas en Cascais, y el regidor de ese programa. Acción: Beatriz va a ser entrevistada, pero antes, el regidor le indica que debe ponerse un imperdible para cerrar su escote, porque aquello lo paga Irán y el que paga, manda. Dudas: En algunos medios se habla de Fort Apache y hay contradicciones sobre si la chica cerró o no su canalillo. El canalillo de la Mancha.

Dirán ustedes que los iraníes son muy libres de ver a la mujer como a una cosa inmunda, provocativa y próxima al pecado que debe ser tapada con cortinones, como las manchas de humedad en las paredes. No nos salen esas cuentas en Occidente y hasta tenemos nuestra Virgen con el pecho fuera, patrona de la ciudad más sacramentada. Mas todo puede ser, incluso que la tierra no se mueva. No sea nuestro error de no ser condescendientes.

Pero ya que tanta sabiduría acumulan, hagamos al menos como en Suecia hicieron, y antes de permitir una mezquita, que permitan ellos iglesias en su suelo, que salga la Pedroche en transparencias y que predique Rouco en la tele por las noches.

El multiculturalismo, como la cátedra, hay que ganárselo en oposiciones. Y si no da la talla por paleto, que se quede sin estrado, que trabajo costó llegar a licenciado.

The Time is New York

Viernes, 20 de Febrero, 2015

Cofrades y prostitutas en la portada del NYT

Dicen quienes estuvieron que el salón de Nueva York donde Iglesias conferenció estaba petado, pero con predominio de españoles. Que habló al lado de un cartel que repetía el mismo eslogan de Reagan “The time is now”, pero que si hubiese puesto “Ha llegado el momento” en correcto castellano, también serviría, porque lo iban a entender casi todos.

También hay quien se extraña de que la prensa _ las principales cabeceras _, hayan pasado de su presencia allí, como pasarían de la nuestra si vamos a Broadway para ver The Lion King con los niños. E incluso de que el balance mediático se cerrase solo con dos entrevistas en sendas televisiones de ámbito regular.

Quise hacer la prueba e introduje “Pablo Iglesias” en el buscador del NYT. El susto fue morrocotudo porque la primera noticia que salió anunciaba que se había muerto. Había que seguir leyendo para entender que se refería al fundador homónimo del PSOE y que era una noticia de 1925.

Cierto, si añades “Podemos” a la búsqueda aparecen muchas más informaciones, pero si seleccionas las de los últimos siete días, no sale ninguna. Esto no es grave porque para colarle una noticia de ese tipo al NYT hay que ser Iglesias, pero Julio. Si buscas “Pedro Sánchez Washington”, que es donde estuvo, tampoco sale nada.

Lo dicho, no es grave, especialmente si después de entrevistarse con el Nobel Joseph Stiglitz trabuca lo que es la Reserva Federal USA con lo que es el Banco Central Europeo. La reunión debería haber durado media hora más para salir de ella esclarecido.

A los norteamericanos les gusta la precisión y lejos de lo que pueda pensarse desde la lejanía, no hacen ascos a las nuevas ideas. Eso sí, siempre que les parezcan atractivas, beneficiosas y estén bien fundamentadas. Va en su ADN.

A mí, el nivel de inglés me pareció correcto.

Elogio a Xan da Cova

Jueves, 19 de Febrero, 2015

Cuestión de subir y bajar

Ignoro las razones últimas que animan al clérigo Sheij Bandar al Jaibari para salir a estas alturas con la teoría que desbarata a Galileo y proclama: Eppur non si muove. Y sin embargo, la Tierra no se mueve.

Las desconozco, pero intuyo que alguna de índole religiosa tiene que haber para que este buen hombre con pinta de Kareem Abdul Jabbar en sus años mozos, pierda el tiempo y se lo haga perder a los internautas que se despiporran con su teoría.

El caso es que viéndolo explicarse con un vaso de agua en la mano no pudimos sustraernos del recuerdo de aquel gallego genial que fue Xan da Cova, y que tan bien conocen Goretti Sanmartín y Alonso Montero, entre otros. Don Xan había inventado, además del paraguas pirandárgallo y del idioma trampitán, un globo aerostático que serviría de transporte gratis y universal, pues subidos a él y gracias a que la tierra se mueve, podríamos estar al cabo de una hora en Italia y al cabo de dos, en Grecia, tomando café con Tsipras. La tierra avanza, el globo no se mueve y listo, bajamos en la plaza Sintagma.

Sheij Bandar al Jaibari dice lo mismo, pero con conclusiones a la inversa. Si la tierra se moviese, razona el clérigo, bastaría montarnos en un globo para que al cabo de las horas estuviésemos bajando a cien kilómetros de donde hubiésemos subido. Pero como no se mueve… subes en Rozas y bajas en Rozas.

Ítem más, razona la lumbrera. Si hubiese rotación y tomásemos un avión hacia Occidente, jamás llegaríamos a nuestro destino porque iríamos como un caballito amarrado al carrusel. Por lo tanto, no se mueve y gracias a lo cual, sí llegamos.

Convendrán que Xan da Cova era un genio y este Sheij Bandar al Jaibari, un indocumentado. Suerte tiene de que la Inquisición está a la baja y no lo someterán a la prueba caldaria.