Secretitos al oído
Viernes, 18 de Febrero, 2011Desde que ZP encargó un informe para hundir su carrera, Bono toma precauciones a la hora de acercarse al presidente
ZP y Bono se han reunido para charlar y como al término del encuentro el presidente del Congreso se limitó a decir que la conversación entre ellos había versado sobre “lo que todos se imaginan”, he decidido llamar a mi imaginación y preguntárselo a ella. Tras un minuto de reflexión accede muy amable a informarme.
En primer lugar _ me sopla la imaginación _, el presidente, el del Gobierno, procede a realizar un pormenorizado análisis de la situación, de tal forma que extiende su mano izquierda y agarrándose los dedos con el pulgar y el índice de la otra, le dice a Bono: “Éste fue a por los fondos de un ERE falso de Andalucía, éste avisó a ETA, éste subvencionó a sus amiguetes y los prejubiló, éste puso el cazo y éste más gordocho es el fiscal”.
Bono entiende la indirecta y le espeta: “¿Qué me estás diciendo, que no te vas?” El presidente, el del Gobierno, retoma su discurso alegórico y le recuerda algunas enseñanzas de estos largos años al frente de la nación: “No aprende la grulla economía en dos tardes para cubrirse el pico con el ala, pequeño saltamontes de la pradera”. “¿Qué Pradera _ trata de indagar Bono _, el de El País, o María Dolores?” Pero el presidente, el del Gobierno, sigue enfrascado en metáforas y sinécdoques:
“Pincha más el puercoespín por puerco que por espín”. “¡Ay, chico! _ exclama Bono _ Cuando te pones a hablar en clave del problema sucesorio no hay Dios que te siga”.
“Quien mal anda, mal Rucalcaba”, añade Z el P. “Entonces es que te quedas, fijo. Mueve una zeja si es sí, o las dos, si es no”. “Quiere el salmón remontar el río e ignora que es el río quien lo remonta a él”.
Claro, así se explica que a la salida le pregunten a Bono de qué hablaron y el tío diga que de “lo que todos nos imaginamos”. La imaginación al poder.