Archivo de Septiembre, 2008

Alabanza de aldea

Sábado, 20 de Septiembre, 2008

Las crisis ¿nacen o se hacen? A la vista del público se suceden los acontecimientos a tal velocidad que muchos sospechan si no se decidirán cada mañana en algún despacho. Y tienen razón. Lo que pasa es que no se trata de un único despacho, sino de muchos, y cada uno con sus intereses, sus poderes y sus estrategias.
Nadie termina por dominar al contrario, pero entre todos se las arreglan para zarandear a los que no decidimos con tanta largueza; o sea, a muchísimo personal. Al individuo le queda la libertad de comprar el yogur sin mirar el precio, de buscar el más barato, o de no comprar ninguno. No se puede llegar a mayor liberalismo económico porque la hipoteca es obligatoria y ahí no caben opciones.
Sin embargo, otra manera de reaccionar contra las crisis es escapar de las grandes ciudades. Los que puedan, claro. España entera está repleta de poblaciones con servicios y dotaciones a medio gas, con infinitas posibilidades de cultivo, comercio o industria, con precios sensiblemente más baratos y sin el agobio y el gasto de las grandes aglomeraciones. Eso sí, se precisa cierto espíritu emprendedor, ganas de olvidar los atascos y gusto por la tranquilidad. Nada especial. Aquí y ahora, o aspiras a broker y terminas colgado del teléfono, o te haces vecino de Trescasas, que está en Segovia.
Esta última opción es mucho más descansada, porque andar todo el día con millones de euros de un lugar para otro, tiene que ser agotador. Sólo de pensar que si te equivocas en un cero puedes mandar a la calle a miles de personas produce estrés. Sin dudarlo, por esta banda nos quedamos en Trescasas. Con lo que allí te ahorras en mapa-mundis, te da para hacer frente a tres crisis seguidas. Además, se duerme de maravilla.
Y si vemos que se pone de bote en bote, nos mudamos a Doscasas.

Un poquito

Viernes, 19 de Septiembre, 2008

El médico, amigo de la familia, le dijo al padre:
_Sí, tu hija está embarazada, pero muy poquito.
Algo parecido se podría repetir a esas organizaciones vascas que están a un lado u otro de la ley con tanta facilidad:
_Sí, hijas sí; estáis ilegalizadas, pero muy poquito.
Tratándose de política, la gente que decide hacer negocio pisando constantemente la afilada línea que separa ambos lados de la ley obtiene en estos tiempos suculentas ganancias.
No ocurría lo mismo cuando las calles se llenaban de multitudes anhelantes de paz, justicia, autonomía, amnistía, democracia y libertad. En ese momento, todos, o casi todos, entendíamos que la oportunidad era pintiparada para montárnoslo suave limón. Y a lo que se nos ocurrió le llamamos Constitución.
Hoy son sus propios representantes y valedores los que disfrutan atravesando a uno y otro lado de la línea roja, y tanto nos hacen sentarnos con el asesino para repartirnos el territorio, como lo ilegalizamos en sus extensiones más corpóreas y visibles. Del idioma, mejor ni hablar. Y del resto de símbolos, y herramientas comunitarios, tampoco.
Ahora tocan bastos, pero ¿qué significa realmente esta ilegalización, además de ser una decisión jurídica tan rotunda como cualquier otra que pueda emitir el Supremo? Podría pensarse que estábamos equivocados con ellos, que creíamos que eran fervientes demócratas, pero que ahora ya los hemos calado. O que han perdido el tren y otro vendrá. O que ya se acabó de tanta tontería, como cantaba Alberto Comesaña.
Ojalá estas suspicacias sean absolutamente exageradas y ETA esté recibiendo el mensaje alto, claro y definitivo de que por ese camino no se transita. Que hay guardias de tráfico que ponen multas y te quitan el carné cuando intentas circular por él. Ojalá.

Revilla, qué merendilla

Jueves, 18 de Septiembre, 2008

Quién le iba a decir al presidente Revilla que aquella tarde, cuando entró en el prostíbulo con quinientas pelas en el bolsillo, 18 años en el DNI y 0 polvos en su hándicap; y salió de él sin el billete, con los mismos 18 años y con un uno en la casilla; competiría con los grandes titulares de la prensa española. Con ZP en la cena sagrada del Ramadán, con ANV en sus primeras horas como delincuente y con un desplome histórico de la bolsa neoyorquina.
Al menos, déjenos suponer el presidente cántabro que su faena de aquella tarde fue memorable en el arte de Cúchares&Johnson. Lo dudamos, por la tendencia natural del hombre a echar borrones en los estrenos. Con todo, déjenos imaginarlo. Sólo así podríamos comprender que su declaración, aunque de hondo calado y bella estampa, pudiese merecer la atención de tantas personas. Incluido el que suscribe, como a la vista está.
Antes y durante la transición, estas cosas se decían en revistas muy especializadas, como la que dirigía Jimmy Giménez-Arnau, y no pasaba nada. Quien quería reírse un rato las compraba y punto. Bueno, puntos hubo y algún secuestro también.
No es que ZP en la cena des-ayuno turco componga una figura especialmente grata, ni que ANV jamás debió tener carta de naturaleza, ni que el desplome de la bolsa merezca mayor aplauso que el desplome que sufriría su propia bolsa escrotal, poco antes de perder medio billete verde. Por mucho y bien que haya mojado usted aquella imborrable jornada, no nos negará que: 1.- Bien podría haberlo callado. 2.- Los escandalizados suelen llevar el escándalo en los ojos. Y 3.- ¿Está nombrado Jimmy director de informativos nacionales?
En cualquier caso, desde ahora el señor Revilla puede presumir de que un polvo suyo dio más que hablar que el crack del 29. Especialmente si no hizo crack. 

¿Arde la crisis?

Miércoles, 17 de Septiembre, 2008

El candidado Obama se pregunta: “¿Cómo puede John McCain reparar nuestra economía si ni tan siquiera se da cuenta de que está rota?” Todo porque su rival había aludido a la solidez y solvencia de la economía americana, justo cuando confirmaba su quiebra la cuarta entidad bancaria de los EE.UU., y su Gobierno acababa de salvar el pellejo a dos destacadas hipotecarias.
El marciano que lea la prensa norteamericana, o la española, entenderá que no importa tanto la crisis en sí, como el simple hecho de reconocer que exista, una situación evidente a ojo de toupa. Hay una crisis, y sobre todo, hay una fuerte sensación de sus efectos que se acrecienta cuando el paisano observa cómo es que los responsables actuales para estar al quite, tomar medidas y dar confianza, miran de soslayo, o se lavan las manos, echando culpas fuera.
¿La culpa de qué? ¡Si no hay crisis, ni la hubo desde las últimas elecciones…!
Cómo no será la cosa que la propuesta demócrata es crear una comisión bipartita para estudiar las causas y establecer propuestas, que es tanto como decir que no tienen ni puñetera idea de por qué sobreviene, ni cuáles son sus principales causas. Vamos, como usted y como yo. Esto les puede llevar lustros. Hagamos acopio de buenas lecturas, y ahorremos en el salón del comedor.
¡Ja! ¿Y los negocios? ¿Y los comercios? ¿Y la industria pesada, la ligera y la medianeja?
Vaya usted a saber. O mejor, que vaya la comisión y lo averigüe.
A los funcionarios españoles les ha prometido una subida del tres y pico para el 2009. Si la aceptan, tienen por delante un año ganado a la crisis. Otros muchos ya le han visto las orejas al lobo. Y aseguran que hay lobos de todos los tamaños; lo mismo devoran una financiera de campanillas, que la mercería de doña Aurelia, con ella dentro.

Batallita

Martes, 16 de Septiembre, 2008

El 19-N, ya se imaginan de qué año, todas las impresiones que los periodistas obteníamos de los facultativos de La Paz, casi siempre expresadas en susurros, describían la situación del paciente Francisco Franco como desesperada. Eso no era nuevo porque todo el mes escuchamos lo mismo y los partes médicos tampoco lo disimulaban. La crónica de ese día para los cuatro periódicos de los que era corresponsal en Madrid corría la suerte de ser una nueva redacción repleta de palabras altisonantes, pero huecas de tanto repetirlas. Pero algo percibí en el tono de un médico que cuando salí de La Paz, me animé a titular la información con una frase definitiva. Me la jugué, como dicen ahora los chavales.
Después de todo, en sus palabras sólo había un diagnóstico compartido, cuyo posible e improbable error los lectores sabrían disculpar tal como se encontraban, convencidos de que al jefe de Estado sin funciones sólo le faltaba por conjugar en esta vida un presente de indicativo, el yo periclito…
El titular de la crónica fue éste: “Franco ya no puede agravarse más”. Al releerlo a toda plana en alguno de ellos, me atacó un mareo de tierra que no se me pasó hasta la caña de antes de comer. ¿Y si ahora no se me muere?, me atormentaba. ¡Imposible! ¡Tanto no pudo avanzar la ciencia desde que me sacaron las amígdalas!, me sosegaba.
Y así fue, en 24 horas desapareció por completo el mareo y comencé a llevar en el bolsillo el recorte de aquella víspera funeraria: “Mira qué crónica tan chula me quedó el 19-N”, decía enseñándolo para fardar.
Me acuerdo de todo esto porque llevamos una temporada oyendo que la economía está muy grave, que si falta lo peor, que si es un tsunami… y estoy deseando leer un titular que diga: “La crisis ya no puede agravarse más”.

Inmersión por puntos

Lunes, 15 de Septiembre, 2008

Ésta es una idea para los nuevos dictadores. Si se estableciese el DNI por puntos, además de prohibir el uso del castellano entre padres e hijos dentro del ámbito de los colegios, como ya ocurre, al progenitor A o B que se le pillase utilizando una expresión cervantina, se le sacarían tres puntos. Y si regala, lee, o recomienda a su hijo las novelas ejemplares, o cualquier otra obra de inequívoco parentesco con Gonzalo de Berceo, Nebrija o Miranda Podadera, otros tres. De esa forma, cuando ya no le quedase ninguno, tendría que examinarse de idiomas; pagando, claro, que ya hemos entendido el negocio de las lenguas.
Veríamos entonces el triunfo de las respectivas inmersiones lingüísticas. Porque el español es lo que tiene; si no le andas en el bolsillo, no se apea de la burra.
Eso de prohibir el uso del idioma común en el patio del colegio está muy bien y denota gran inteligencia, pero no llega. Seguro que en cuanto el papá y el niñito salen a la calle, se ponen a hablar de la métrica popular en la poesía de Machado como dos descosidos. Los papás de hoy son así de irresponsables.
Ahora bien, cuando el ciudadano haya perdido los doce puntos y tenga que matricularse en una academia de idiomas para renovar su DNI-PP, comprobará que le va a costar un pastón y lamentará ante sus amistades no haberse sometido mucho antes a la inmersión.
Con cinco o seis años en este plan, y a pesar de que somos unos negados para los idiomas, lograremos que todo el mundo chapurree lo que sea menester y entonces será frecuente que los periodistas hablen de “…la juntaza que se está a celebrar…”, como tuvimos el enorme placer de escuchar en una emisora de cuyo nombre no quiero acordarme, pero que se ve que está inmersa. Para hablar así, lo mejor es prohibirlo.

Todo para mí

Domingo, 14 de Septiembre, 2008

Carod ha dado con la receta para paliar la crisis: se eliminan cuatro ministerios _ Sanidad, Cultura, Vivienda e Igualdad _, se jibariza RtvE y se minimiza el Instituto Cervantes. Luego, con lo que se ahorre en la operación, ya se puede financiar Cataluña como corresponde. Los seis organismos afectados por el plan Carod tienen en común que son comunes a todos los españoles, y por el contrario, el montante obtenido de la operación se destinaría sólo a siete millones de ellos. ¿Dónde está el ahorro?
La reducción del aparato administrativo es un deseo reiterado y recurrente desde que Larra escribió sobre la pereza en “Vuelva usted mañana”, de modo que las propuestas de Carod sólo son originales en tanto que se realizan en el actual periodo económico adverso y para el fin que se indica. Por supuesto, esa reducción del entramado público español se destinaría a engrosar el entramado público catalán, con embajadas en los cinco continentes, más emisiones televisivas en catalán y un Instituto de esa lengua, que como decía hace semanas Pérez Reverte, es tan bonita como el resto de las existentes en España, pero tiene un defecto: no es común.
Como tantas veces ocurre, Carod ve la paja en el ojo ajeno, pero es incapaz de ver la viga en el propio. Su reduccionismo se lo impide y así no vamos a ninguna parte.
Estén o no sobredimensionados los servicios administrativos del Estado, a nadie le cabe la menor duda de que la iniciativa de este personaje pretende quitar Estado común de un sitio para hacer más Estado en otro. Hoy estos planteamientos de pata de banco se admiten sin demasiadas reservas, aunque se alejen varias millas de lo que ha de ser una justa financiación de las autonomías. Y lo hace porque ha prendido la especie de que lo común es malo y pernicioso, frente a lo particular, que es lo fetén.

Cal dice no

Sábado, 13 de Septiembre, 2008

El listón está muy bajo. Si a un tipo como Chávez lo encuentras siendo el líder de un país tan rico e influyente como Venezuela, no te puede extrañar que en la cosa pública, cada vez más parecida a la cosa nostra, te tropieces con elementos del más variado pelaje que juegan a negocios particulares y utilizan para ello los recursos que cualquier manual de Educación para la Ciudadanía califica de delitos, aunque no amorales, porque la moralidad se ha escapado por el sumidero abajo.
Y ya que son ellos los que tienen capacidad para cometer los más grandes y graves desperfectos, no sería nada del otro mundo que antes de implantar la EpC a machamartillo, se impusiesen una Educación para la Politiquería que fuese llave, tanto para ocupar una pedanía, como para acceder a la Moncloa.
Sin necesidad de hurgar más allá de lo que a diario plasman los medios, se observa que flota entre todo ese colectivo una capa de espesa nata urdida de mentiras, insultos, engaños, malicia e ignorancia, que se manifiestan sin ningún rubor, como si el pueblo soberano estuviese formado por una panda de gilipollas que todo lo traga, admite y bendice.
Y no digo que a veces lo parezca, sobre todo cuando nos vemos escuchando embobados a estos merlucillos de mitin casposo y verbo fácil. Porque eso sí, el cargo les impele a no quedarse callados y predicar por los codos como dueños de la verdad.
Esta vez quien no se ha quedado con la boca cerrada ha sido el palista gallego David Cal, dispuesto a romper el maleficio de un dicho de la tierra que ironiza: “mexan por nós e din que chove” (nos orinan por encima y dicen que descargan las nubes). Por lo visto, el chico gana cuatro medallas olímpicas, pero no es del gusto del BNG, que es hoy quien concede las otras medallas, las que ponen 1 euro en la cara.

Se vio el órdago

Viernes, 12 de Septiembre, 2008

Es difícil calcular a cuántos vascos y vascas podrá seguir engañando Ibarretxe, pero no se corre ningún riesgo si ahora se afirma que su credibilidad ha sufrido un duro uppercut al mentón. Un golpe que él mismo se propina en su desesperada carrera por hacer lo que no se puede hacer, con tal de no hacer lo que conviene.
El hombre está más quemado para la política que Amrstrong para el Tour. Da lo mismo que lleve a cabo su promesa de denunciar a España ante el tribunal de Estrasburgo _ si es que no bordea una nueva ilegalidad _; también puede colgarse en París del Pont de Bercy, o desnudarse en la Grote Mark de La Haya. Nada va a conseguir que reverdezcan esos carbones de sheriff chamuscado y prescindible.
De la misma forma que su Gobierno y su partido sabían de antemano que el referéndum iba a acabar como acabó este jueves con la única sentencia que el Tribunal Constitucional podía emitir ante tamaño dislate legal, a estas horas sabrán también que su promotor tiene menos futuro político que los Romanov en Rusia. Cuando los órdagos se pierden con tanta claridad es que llevas mierda en las tripas, expresión musera que define la inexistencia de jugada.
El victimismo al que apelará en sus estertores será, como mal menor, la losa definitiva de una estrategia tan burda como infumable. Queda el consuelo de pensar que quizás su ejemplo sirva para que sus sucesores se olviden definitivamente de creer que todo es tan sencillo como una pelea entre buenos y malos, y que basta airear un poco el ADN particular para saber quiénes son unos y otros, con lo cual estarás legitimado para proponer lo que se te ocurra, pues para algo te has reservado desde el principio el papel del chico de la película.
Lástima que las leyes no contemplen esos privilegios y se empeñen en decir que todos somos del montón y que con el montón hay que contar.

¿Quién dijo miedo?

Jueves, 11 de Septiembre, 2008

Tal como lo reflejaron algunos informativos en la India, el acelerador de partículas que ha realizado con éxito su primer experimento para conocer las condiciones inmediatas al Big Bang traerá también el agujero negro del fin del mundo.
Algo así argumentaron antes otros científicos que pretendían parar la prueba, pero el Consejo Europeo para la Investigación Nuclear desestimó por completo la alarma catastrofista y garantizó la seguridad del experimento. Lo mismo que acaba de asegurar Aymar, el director general del CERN. De su leal saber y entender tenemos que fiarnos.
No lo hizo así una muchacha india de 16 años, residente en una región tan sensible a los desastres de la ciencia como la de Bhopal, en Madhya Pradesh. Impresionada por los agoreros, la chica decidió poner fin a su vida, antes de que se la llevase por delante el Gran Colisionador de Hadrones. Para ella, sí trajo el fin del mundo.
Otros compatriotas fueron menos drásticos y se conformaron con gastar sus ahorros en restaurantes y degustar por última vez sus platillos favoritos.
Si alguna vez nos preguntamos qué haríamos la víspera del fin del mundo, ya disponemos de una estadística para responder. El uno por cien se suicida. El otro 99 por cien se pone de marisco hasta las orejas, siempre con cuidado por las toxinas y separando bien las vieiras, no te vayas a morir precisamente el último día en que se puede.
Pronto sabremos qué opinan los suizos y franceses bajo cuyas tierras discurren los hadrones. De momento parecen muy tranquilos, como debemos estar todos. La excepción es Bhopal. Allí no están tranquilos porque no ha mucho conocieron la peste negra sobrevolándoles el cogote. Allí vive el miedo. Allí los agoreros son auténticos profesionales.
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