Alabanza de aldea
Sábado, 20 de Septiembre, 2008Las crisis ¿nacen o se hacen? A la vista del público se suceden los acontecimientos a tal velocidad que muchos sospechan si no se decidirán cada mañana en algún despacho. Y tienen razón. Lo que pasa es que no se trata de un único despacho, sino de muchos, y cada uno con sus intereses, sus poderes y sus estrategias.
Nadie termina por dominar al contrario, pero entre todos se las arreglan para zarandear a los que no decidimos con tanta largueza; o sea, a muchísimo personal. Al individuo le queda la libertad de comprar el yogur sin mirar el precio, de buscar el más barato, o de no comprar ninguno. No se puede llegar a mayor liberalismo económico porque la hipoteca es obligatoria y ahí no caben opciones.
Sin embargo, otra manera de reaccionar contra las crisis es escapar de las grandes ciudades. Los que puedan, claro. España entera está repleta de poblaciones con servicios y dotaciones a medio gas, con infinitas posibilidades de cultivo, comercio o industria, con precios sensiblemente más baratos y sin el agobio y el gasto de las grandes aglomeraciones. Eso sí, se precisa cierto espíritu emprendedor, ganas de olvidar los atascos y gusto por la tranquilidad. Nada especial. Aquí y ahora, o aspiras a broker y terminas colgado del teléfono, o te haces vecino de Trescasas, que está en Segovia.
Esta última opción es mucho más descansada, porque andar todo el día con millones de euros de un lugar para otro, tiene que ser agotador. Sólo de pensar que si te equivocas en un cero puedes mandar a la calle a miles de personas produce estrés. Sin dudarlo, por esta banda nos quedamos en Trescasas. Con lo que allí te ahorras en mapa-mundis, te da para hacer frente a tres crisis seguidas. Además, se duerme de maravilla.
Y si vemos que se pone de bote en bote, nos mudamos a Doscasas.