El ras González
Viernes, 29 de Febrero, 2008Puestos a decir burradas, el señor González se ha quedado corto. En plena campaña electoral llamar imbécil al adversario es casi como llamárselo a uno mismo; pero si no le alumbran argumentos, mejor que se quede en casa, aguardando el juicio de la historia, que lo tiene crudo.
Aquí, sin ánimo de faltar, se trata de responder a una pregunta de formulación y apariencia sencillas: ¿Ha hecho méritos el señor Z para que se le den otros cuatro años de prebostería, o conviene jubilar a todo su equipo para que aprenda el paño que manosea?
Para responder a la pregunta no es necesario recurrir al insulto, que es propio de incapaces. Basta un mínimo de formación, y la mejor información posible. Los insultos resérvelos para quienes carecen de lo uno y de lo otro; como por ejemplo, tertulianos del chismorreo y fauna asilvestrada en vías de escolarización.
Pero usted, que fue hasta presidente del Gobierno y que un día resplandeció como el néctar destilado del Olimpo de los dioses… a usted no le cabe el refugio del insulto, porque sabe que menosprecia a quienes quizás le votaron en su día y se hicieron agua de limón el transportín pensando que si González era presidente, ninguno que le sucediese iba a manejar menos neuronas que las suyas. Ya vemos que no; que usted se equivocó y quien realmente pasará a la historia gloriosa, con alfombra roja y besamanos de los artistas, va a ser otro.
Pierda cuidado y modere el lenguaje, que no hay peligro por esa parte. ¿Se acuerda del famoso informe PISA? En España comienza a puntuar, y no vea cómo, hacer la O con el canuto correspondiente, prueba de que se ha avanzado, y mucho, en el tema de la igualdad. Todos gilipollas, como el ex presidente del Gobierno, que miren cómo sacrifica su sapiencia, con tal de estar a la altura del resto.